Una crónica de una madre cubana de 32 años sobre un apagón de madrugada se ha vuelto viral en redes sociales por la sensibilidad que transmite y el resumen que logra de lo que sufren muchos en la isla ante la actual crisis, que recuerda lo vivido en los años 90 del pasado siglo.
Bajo el título de “Crónica de un apagón anunciado”, la historiadora de arte Dailin Carracedo Velázquez, autora del escrito, narró cómo vivieron en su hogar un reciente apagón de cinco horas durante la madrugada y los pensamientos que esto trajo a su mente.
“Ya sabíamos que nos tocaba el apagón difícil, ese de 1am a 6am. La madrugada completa sería un calvario, como lo es siempre que toca a esta hora. Durante el día no nos concentramos pensando: hoy nos toca por la madrugada, en los pasillos de trabajo nos decimos: hoy nos toca por la madrugada. De buró a buró nos miramos: hoy nos toca por la madrugada”, inició su crónica Carracedo Velázquez.
Una vez llegó el apagón, comenzó a imaginar qué pensaría o experimentaría el colombiano Gabriel García Márquez ante un suceso de esta índole, cada vez más repetitivo y frecuente en la cotidianidad de una isla agobiada por la inflación, la escasez de alimentos y bienes de primera necesidad, y el deterioro creciente de servicios básicos.
También imaginó tener una entrevista con Virgilio Piñera y deseó saber los pensamientos y palabras de éste que yacían tras “aquel criterio un poco lapidario: ‘Tengo Miedo’, allá por aquellos años también difíciles”.
Carracedo Velázquez dijo darse el lujo de pensar en el apagón que podía ser Daenerys la Madre de los Dragones, uno de los personajes centrales de la saga literaria Canción de hielo y fuego, que inspiró la exitosa serie televisiva Juego de Tronos.
“Digo darme el lujo porque es de madrugada y estoy como en un letargo surrealista y mi mente la ocupo en fantasías para no volverme loca de realidad. En fin, que soy Daenerys y mi trenza es muy larga y rubia. Y el Trono de Hierro está llegando a su fin...”, escribió al respecto.
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La madre afirmó haber pensado que sus hijos no atravesarían “esta desagradable experiencia”, que ella sufrió en carne propia en los años 90, en el llamado “Período especial”.
“Aunque realmente tengo 32 años. Ya me abanicaron así, mi leche (cuando tenía) también se cortó en un refrigerador desprovisto. La marca del Período Especial de los 90' está en mi frente: una cicatriz de 2 puntos después de resbalar con mis ‘chupamiaos’”, recordó, a la vez que enfatizó estar ahora ella abanicando a su hija, que le pide cosas que no puede darle como “yogurt, gelatina, zarzamoras y un pan que no se le desbarate antes de llegar a la boca”.
“Aún dormida balbucea entre dientes y me toca por el hombro como cuando te tocan en las colas para decirte ‘niña eres la última’... pero lo que dice legible y bien alto es: ‘Mami por favor, dile que pongan la corriente’... cierra los ojos”, dijo sobre las dificultades de su hija para conciliar el sueño durante el apagón.
“Y yo con el pecho apretado me lanzo la trenza a la espalda y me subo de un salto al único dragón vivo que me queda y salgo volando no sé si al Norte, pero cuando llegue a ese Trono, todo será reducido a cenizas... antes de las 6 de la mañana”, culminó la madre.
Su crónica ha generado hasta el momento cerca de 3.000 reacciones y más de 800 comentarios, la mayoría de los cuales manifiestan aprobación de lo expuesto y coinciden en resaltar lo agobiante que resultan los apagones.
Los cortes del servicio eléctrico derivados de deficiencias del sistema electro-energético nacional y la incapacidad del gobierno cubano para satisfacer la demanda de electricidad se han sumado a la escasez de alimentos, medicamentos y otros bienes de primera necesidad que padece Cuba desde hace más de dos años.
La situación configura la peor crisis de la isla en el presente siglo, lo que ha motivado un incremento de la emigración y las protestas ciudadanas contra el régimen.