Desde que los Castro instauraron su régimen en la isla, los cubanos han tenido que hacer colas para todo, como ha venido ocurriendo en los dos últimos años, muchas de ellas por varios días para obtener lo más básico, como ocurre en estos momentos en la provincia de Sancti Spíritus, según un artículo publicado por el estatal periódico Escambray.
"Parecía que después del 31 de diciembre a la carne de cerdo le llegaría una pausa, pues a fin de cuentas, la producción sigue tan pobre como escurridiza la presencia; valga decir que en los días finales de año apareció una oferta que alivió parte de la demanda, mas esa balanza sigue desequilibrada, tanto que la Empresa Porcina computó al cierre del 2020 una producción de 10 693 toneladas —6 292 toneladas por debajo de lo planificado inicialmente por el déficit de alimentación— y, aun así, Sancti Spíritus fue la segunda provincia más productora del país", escribió el mencionado periódico.
Como para no perder la costumbre, en su texto Escambray la emprende contra los cuentapropistas, pero reconoce que la escasez del producto y por consiguiente la crisis que esto ha generado, es responsabilidad del régimen, pues la producción estatal "no satisface la demanda".
Además, "el principal destino del cerdo producido por la Empresa Provincial Porcina —aportado mayormente por el sector cooperativo y campesino— es el Ministerio de la Industria Alimenticia, en virtud del balance nacional de la carne", lo que ha llevado a que los espirituanos tengan que hacer colas de varios días para tener acceso a este producto.
Asimismo señala que "la carne que se vende a través de Comercio y los mercados de Acopio subió de 16 a 35 pesos la libra en banda, en tanto la Empresa Porcina la comercializa a esta última entidad a 27.16 pesos".
Según Rolando Pérez Sorí, director general de la entidad, "solo el 11 por ciento de la producción anual —casi 1 220 toneladas— se destinó a la venta directa en los Mercados Agropecuarios Estatales. Para entender mejor la polémica alrededor del precio del cerdo en la red particular que, aunque cara, es la que salva el juego a la familia espirituana, veamos esta estadística: el total de carne vendida en diciembre en los mercados de Acopio equivale a que solo hubiesen podido comprar, a razón de 10 libras por familia —venta que no ocurre exactamente así—, unos 22 000 núcleos familiares, de los más de 189 000 existentes en la provincia".
El otro problema que se suma a la escasez de la carne, es el de los nuevos precios surgidos con la llamada Tarea Ordenamiento: 70 pesos la libra de carne en banda y 90 la de bistec. Pero en el municipio de Trinidad, por ejemplo, la libra de ahumados se vende por 90 pesos, 110 y hasta 120.
Y los reclamos del pueblo van desde "no me explico cómo pueden aprobarse precios tan altos si el cerdo es la carne a la que más podemos acceder", hasta "hay que morir con el vendedor particular porque la carne por el Estado apenas se ve, y cuando la sacan en los mercados casi siempre la compran los mismos, los que viven cerca y tienen tiempo para hacer las colas y con listas desde días antes".