Niños y jóvenes capturan clarias para comer en presa de La Habana

En un saco van depositando las clarias que logran agarrar con las manos y palos. Los niños ayudan a los mayores, pero también intentan hallar alguna
 

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Alrededor de diez personas -en su mayoría niños y jóvenes- fueron grabadas cuando, entre hierbas y lodo, intentaban capturar clarias en la presa del parque Lenin, en el poblado capitalino de Calabazar. 
En un video compartido en Facebook por el activista de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), Zaqueo Báez Guerrero, se observa a los menores de edad tras estos peces depredadores, que el régimen castrista ha generalizado en su producción y consumo.

“¡Mira el hambre que hay en Cuba, la gente cogiendo clarias! Seis de la tarde y están tratando de coger cuatro clarias para comer y llevarle comida a su familia”, se escucha decir a la persona que filma las imágenes. 

En un saco van depositando las clarias que logran agarrar con las manos y palos. Los niños ayudan a los mayores, pero también intentan hallar alguna. 
 

A finales de agosto de 2020 también se hizo viral en redes sociales las imágenes de un hombre en plena faena de pescar clarias en una fosa de aguas albañales en la ciudad de Cienfuegos.

Fue justo en Calle 43, entre 46 y 48, esquina Iglesia Adventista. Este hombre, de quien no se conoce el nombre, sólo la resolución de alimentar a su familia atormentada por el hambre, las va sacando una a una hasta formar un montículo en la acera.

Bien se sabe que la claria es un animal de “buen comer”, si por “bueno” entendemos que come cualquier cosa: desperdicios humanos, roedores, peces, aves, anfibios… El alcantarillado debe ser como una mesa sueca para estos voraces vertebrados, introducidos en Cuba desde Tailandia.

El régimen cubano continúa fomentando la cría del pez claria, un alimento supuestamente de “alta demanda” entre los pobres ciudadanos de la isla, según publican medios oficialistas.

No es que ante el hambre las personas no sean capaces de comer clarias, pero si le preguntas a un cubano seguramente dirá que, a la hora de escoger carne, si tal cosa pudiera, prefiere alimentarse con el tradicional cerdo, el pollo tan disputado en las colas –en la práctica, lo único que ha quedado en el menú–, o soñar con los prohibidos trozos de res y masas de langostas.

Es conocido que a pesar de ser una isla del Caribe, Cuba casi no tienes acceso a pescados, mariscos y otros productos alimenticios del mar.  La pesca de langosta y la angula ha sido destinada únicamente para la exportación y para el turismo en Cuba, y no para el cubano de a pie, según las directrices dadas por el presidente Miguel Díaz-Canel.

 

 

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