Este martes 28 abril el diario estatal Juventud Rebelde, en su columna Acuse de recibo, presentó el caso de Roberto Montes de Oca Savón, quien es vecino de la calle 3ra. No. 15, en el reparto Las Flores, del poblado santiaguero El Caney, y productor de carne de cerdo asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Julio Trigo.
Montes de Oca relata que desde hace diez años se dedica a la productor de carne de cerdo de forma conveniada con la Empresa Porcina de Santiago de Cuba, en la modalidad de ceba al destete, y que siempre ha sido consecuente en el buen cumplimiento y rendimiento de lo pactado, pero en 2016 realizó el último convenio con esa entidad, pues las irregularidades que vivió con ella lo desmotivaron.
Profundizando en el problema que lo llevó a escribir, Roberto explica que tras cuatro años, se decidió a conveniar de nuevo, atendiendo ante todo a su propia conciencia, y en respuesta a la petición de la máxima dirección del país ante la necesidad de producir alimentos para el pueblo. A mediados de 2019 reabrió el expediente para hacer un nuevo convenio.
"Dichos trámites, han estado plagados de trabas y burocracia por parte de la dirección de la Empresa Porcina de Santiago de Cuba", afirma Montes de Oca.
El Juventud Rebelde reseña que "a estas alturas…, casi a un año de papeles van y vienen, de acudir una y otra vez a oficinas y más oficinas, se le canceló el crédito solicitado al Banco Popular de Ahorro por no haberse hecho las transacciones en el período previsto", y al solicitar una explicación a la dirección de la Empresa Porcina en la provincia del porqué tanta demora, el funcionario le comunicó que debía cambiar algunos documentos, los cuales habían expirado por la propia demora de la empresa.
Y Roberto arregló lo que se había "vencido" en el expediente, pero al hacer la entrega, le indicaron que debe cambiar otros papeles, papeles que una semana antes estaban bien.
"¿Cómo reaccionar entonces?, añade. ¿No cree usted que sea lógica la frustración e irritación por tanta ineficiencia, tanta burocracia, tanta indolencia y a la vez falta de sensibilidad, precisamente en tiempos de la COVID-19, cuando los cubanos y el mundo entero debemos acatar las medidas de aislamiento social, indicadas por la dirección de Salud? No sabemos cuánto durarán las condiciones epidemiológicas adversas, para cuando todo pase ya habrá alcanzado fecha de vencimiento el expediente completo".
Y una vez más al papeleo, la burocracia, hace de las suyas, mientras el pueblo sigue exponiéndose al COVID-19 en largas colas debido a la escasez de alimentos, y en especial, de proteína animal.