La primera sesión de control de la legislatura del Congreso español ha estado centrada en Venezuela, y más en concreto en el encuentro entre el Ministro de Transporte José Luis Ábalos y la vicepresidente venezolana Delcy Rodríguez.
El PP organizó este primer Pleno para poner contra las cuerdas al ministro de Transportes, al que ha acorralado por sus diferentes versiones sobre su encuentro con Rodríguez. La portavoz del Grupo Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, ha denunciado las mentiras del ministro y exigió a Pedro Sánchez que aclarase la alusión que hizo unos minutos antes a Juan Guaidó como "líder de la oposición" en Venezuela, y no como presidente encargado, que es como lo reconoció él mismo un año antes.
En la interpelación a Ábalos, Álvarez de Toledo se refirió al "laberinto de mentiras" del ministro y advirtió un hecho: "El Gobierno de España amparó a una torturadora y despreció a un demócrata".
"Sí, señor ministro. La mujer con la que usted se reunió, a la que usted protegió, es una torturadora que tiene prohibida la entrada en la Unión Europea y en gran parte del mundo libre", ha subrayado la portavoz, quien ha añadido: "Y sí, señor ministro: el presidente del Gobierno de España dio la espalda a un demócrata. A un héroe de la democracia. A un hombre joven y valiente. Al legítimo presidente de Venezuela, que ayer, a su llegada al aeropuerto de Caracas, fue agredido por los sicarios del régimen".
Álvarez de Toledo se ha referido en concreto al hecho de que Sánchez haya llamado a Guaidó líder de la oposición. Según la portavoz, es la evidencia del viraje del presidente del Gobierno respeto a la política sobre Venezuela. "Hoy el presidente Sánchez ha llamado a Juan Guaidó líder de la oposición. Ha dejado de reconocerle como presidente encargado de Venezuela. Ha asumido, en sede parlamentaria, el lenguaje de Podemos. Y del señor Zapatero. Y del propio chavismo. Debe ser la última exigencia de la torturadora".
La portavoz del Grupo Popular ha desvelado las presiones del Gobierno de Sánchez a otros países para que no recibieran a Guaidó: "El presidente Sánchez no sólo se negó a recibir a Guaidó. Además, su Gobierno presionó a otros líderes europeos para que tampoco lo recibieran. Y fracasó. Incluso presionó a empresarios españoles para que no asistieran a la conferencia de Guaidó en Davos. Y a la que acudieron líderes políticos y económicos de todo el mundo, que sí apuestan por una Venezuela abierta y libre".
La dirigente del PP ha recordado, además, que Delcy Rodríguez tiene prohibido "no ya poner un pie en territorio español, en la UE, no solo en Schengen, sino incluso sobrevolar el cielo europeo". Ha citado la Decisión 2017/2074 del Consejo Europeo, impulsada, por España.
En su intervención, el ministro ha rechazo la dimisión, como pedía la oposición, y ha insistido en que la vicepresidenta venezolana no pisó territorio Schengen, con lo que España no habría incumplido las restricciones fijadas por la Unión.
No entró Ábalos en más detalles ni aclaró algunos puntos aún oscuros de su intervención en esa cita, en la que se acumulan diferentes versiones. PP, Vox y Ciudadanos decidieron concentrar sus preguntas sobre este asunto. Le acusaron de “mentiroso” y exigieron su dimisión.
El ministro sí ofreció una versión bastante cruda de la motivación de su cita en Barajas en esa madrugada con Delcy Rodríguez: “Salvaguardar las relaciones entre países hermanos”. Ábalos, incluso, rebajó su papel en esa mediación: “Niego que hubo ninguna reunión formal, ni interés ni temas que tratar, ni yo soy nadie para llevar temas de ese calado”. Y recreó, en lenguaje llano, la conversación que mantuvo con la vicepresidenta venezolana: “Usted no puede entrar, lo sabe, continúe su plan de viaje y no tengamos más problemas”.
El ministro de Transportes contó en la sesión con el apoyo directo del presidente, Pedro Sánchez, y del titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que negó haber dado cualquier orden arbitraria a la Policía o la Guardia Civil del aeropuerto y recalcó que los agentes se limitaron a “cumplir la ley” para que Rodríguez no accediese a territorio Schengen. Marlaska enfatizó esa posición porque la diputada del PP, Ana Belén Vázquez, le acusó en su pregunta de haber desautorizado y presionado aquella jornada a la Policía para que no cumplieran con su deber y permitieran, según su versión, a Ábalos servir de “utilero” de mensajes enviados supuestamente a Rodríguez por el presidente Sánchez y el vicepresidente Pablo Iglesias.