El realizador independiente cubano Víctor Alfonso Cedeño, quien hizo público desde hace dos meses que padece condrosarcoma, enfermedad que sólo afecta al 1% de pacientes con cáncer, denunció este viernes arbitrariedades en Cuba con su caso.
El creador de "Dany y el Club de los Berracos" contó en redes sociales que se encuentra recopilando información para aplicar al Parole Humanitario en Estados Unidos para atender su enfermedad, y tuvo que dirigirse a la oficina de Atención a la Población del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
El primer documento que necesita para el Parole es una carta de su médico de cabecera explicando la gravedad del caso. Cedeño descubrió que en la isla hay una ley que prohíbe a los galenos redactar, firmar y acuñar ese tipo de documento, por eso su médico se negó.
"Sin esa carta mi caso carece de validez. Si mi doctor no describe la situación, puedo perder el único chance que me queda para recibir tratamiento lo antes posible fuera de Cuba, específicamente en Estados Unidos, que es donde mejor se estudian los sarcomas, con resultados alentadores. Por esta razón acudí disciplinadamente al Minsap buscando alguna alternativa", añadió.
La funcionaria de salud pública que lo atendió le dijo al cineasta que si Estados Unidos estaba interesado en ayudarlo, deberían acogerlo sin necesidad de estar exigiéndole a Cuba ningún documento.
"Me dijo que no me podía ayudar, que ningún médico cubano iba a redactar esa carta. Yo le pregunté si no importa el hecho de que yo me esté muriendo. Ella respondió que me veía de lo más bien, que yo no me estaba muriendo", lamentó.
La mujer -cuenta Víctor Alfonso- continuó atacándolo sin darle soluciones a su grave problema. "Qué falta de preparación para atender a la población, qué mala forma, cuanto odio, ignorancia, indolencia y desconocimiento. Cuanta ceguera. Como civil, sentí que fui al Cuartel General en plena guerra y me atendió un soldado, explicándome que estamos en una situación excepcional y no podían ayudarme. Yo era un daño menor, hundido en el fango de una trinchera".
Por último, este realizador preguntó cómo hacerle llegar una carta a algún asistente del ministro de Salud. La redacté y envió, pero le comunicaron que pueden tardar 45 días en responder.
"Pueden hacerme perder el tiempo para que me queden pocas opciones una vez me atiendan los especialistas en Estados Unidos. Llevo un mes intentando no politizar el asunto, porque es una cuestión de salud, pero a medida que avanzo, voy descubriendo monstruos ocultos en las profundidades. Cuba salva hasta donde le conviene", concluyó.