La mujer, custodio de una escuela primaria, expresa haber sido atacada brutalmente por Sánchez el pasado miércoles 22 de julio 2020 a las 10:30 PM, mientras ella trabajaba.
"Saltó la cerca de la instalación y me propinó golpes con un tubo de hierro, causándome fracturas en dos costillas y severas lesiones en el resto del cuerpo (de las lesiones tengo varias fotos donde se demuestra la agresividad y peligrosidad de su ataque contra mi persona y les aseguro que de milagro estoy viva). Por suerte la escuela queda al lado de la PNR y un oficial de policía lo detuvo, a mí me llevaron para el hospital y a él lo condujeron a la estación", recuenta.
El agresor -asegura ella- tenía antecedentes: "en una ocasión me encontraba en la calle conversando con una amiga y me lanzó una botella que me alcanzó a la altura de la pierna, fui a la estación de policía a denunciarlo, pero como no tenía lesiones visibles me dijeron que no podían levantar la denuncia".
La relación de ambos concluyó hace 4 meses "y (él) no acepta la separación".
"Sus antecedentes de mal comportamiento y violencia se pueden verificar en la misma policía. Él era funcionario de la PNR y fue separado de sus filas precisamente por su actuar violento, por conductas antisociales, por indisciplinas, maltratos y borracheras".
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Kirenia denuncia que a pesar de que casi puede perder la vida, y de la gravedad de los hechos y los antecedentes violentos del hombre, solo le aplicaron "una fianza de mil pesos y ya está en la calle otra vez".
"Si bien la medida cautelar está dentro de la ley, mientras esperamos a que medicina legal dicte mi ateste de sanidad, me llegan amenazas por parte de él, en tanto yo, recuperada de los fuertes golpes debo seguir trabajando, cuidando los bienes del Estado y sin seguridad para mi vida, porque incluso, al ser un ex policía, dan un tratamiento indulgente al caso, y no fue advertido sobre el posible delito de atentado (artículo 142 C.P.) en que incurriría si me agrede mientras dure la investigación porque de haberlo hecho, él no estaría molestándole".
Las amenazas han llegado más lejos, explica Kirenia: "En todos estos días, le ha manifestado a personas del pueblo que me va a matar, aspecto que me ha obligado a realizar está denuncia pública para que me ayuden".
Dada las amenazas y el peligro, interpuso una queja a la Fiscalía Municipal solicitando "cambio de medida cautelar, con fecha 18 de agosto 2020". La Fiscalía le responde que pudieron constatar que Yunior fue "instruido de cargos en el expediente de fase preparatoria No 887/20 por un delito de lesiones y que se debe esperar por el resultado de la calificación de las lesiones por parte del especialista de medicina legal y de esa forma arribar a la calificación correcta del tipo penal a imputar en su momento".
"Yo me he orientado legalmente, y me explicaron que el ateste de sanidad debe valorarse a los 7 días iniciales y si se observa que la persona agredida demora en sanar, ya se sabe que son lesiones graves con peligro para la vida, previsto y sancionado en el artículo 272 del Código Penal de Cuba, aunque realmente su intención dada la forma en que me dio era matarme, por lo que se puede valorar hasta un homicidio en grado de tentativa y una vez salga el dictamen de Medicina Legal, que se valore si se tipifican sólo las lesiones".
Ella se pregunta si los fiscales no conocen esto y cómo es posible que solo le pongan fianza a una persona tan violenta que hasta la policía lo separó de sus filas por su agresividad y la peligrosidad de su conducta. "Incluso, dónde está la responsabilidad de la Fiscalía de instruirlos de cargo por el delito de atentado, dadas sus constantes amenazas y perturbaciones", exige.
En el país, en lo que va de año, suman una docena de feminicidios y tres infanticidios asociados, según los datos que recogen organizaciones de la sociedad civil como la plataforma YoSíTeCreo en Cuba. A pesar de eso, el feminicidio no está tipificado en el Código Penal, de 1979.
Mientras se alarga la espera con el agresor al acecho y peligro para su vida, Kirenia pide amparo al sistema penal: "Tengo cita para ir a Medicina Legal, y aunque quiera entender todas las acciones e investigaciones a realizar para completar una denuncia, vivo aterrorizada, no salgo de mi casa, toda mi familia vive con miedo. Comencé a trabajar cuando mejoraron las lesiones fisicas, trabajo en el mismo lugar donde fui brutalmente agredida. Sabemos que el agresor sigue bebiendo y comentando que me va a matar, qué tengo que esperar".
"Mi reclamo es justamente que se le cambie la medida cautelar por una prisión preventiva hasta que se celebre el juicio oral, donde se demuestre que es un delincuente violento y vaya a prisión", enfatiza.