Empresas constructoras de Villa Clara amplían el cementerio local de Santa Clara —capital de esa provincia ubicada al centro de Cuba—, debido al aumento de casos de coronavirus y muertes.
Según Dalia Reyes, corresponsal de Radio Habana Cuba en el territorio, aseguró que se construyen bóvedas y nichos “ante la triste realidad que pudiera provocar la Covid”. Advirtió, además, que “no hay fosas comunes” y que los muertos en el territorio reciben “honrosa y digna sepultura”.
Las imágenes muestran brigadas de constructores que, entre mezcla de cemento, ladrillos y la mirada vigilante de jerarcas locales, levantan filas de sepulcros en el camposanto.
Este 17 de agosto Cuba reportó más de 9700 casos de coronavirus y 68 fallecidos. Villa Clara aportó a la cifra total 557 casos, lo que coloca al territorio en la media del país. Para tener una idea, Cienfuegos fue la provincia con más diagnósticos (2282) y Matanzas, la de menos incidencias (210), según el informe del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
Con 1190 casos por cada 100 000 habitantes en los últimos 15 días, Cuba es hoy el país con mayor incidencia del coronavirus en las Américas y uno de los cinco primeros del mundo, asegura EFE.
En los últimos el Minsap registró hasta 9000 casos diarios y más de 90 muertes. Las imágenes que circulan en las redes y los reportes de medios independientes hablan de hospitales abarrotados y enfermos que son devueltos a sus casas, donde sobrellevan la enfermedad, debido a la escasez de camas.
Entre ellas, las del hospital de Cárdenas, sin espacio para albergar cientos de casos diarios, provocó conmoción entre los cubanos a inicios de julio.
La semana anterior el Gobierno reconoció la escasez de oxígeno medicinal, un medicamento indispensable para mantener con vida a los enfermos graves de Covid-19. Según el ministro de Salud, Jorge Ángel Portal, la falta del gas se debió a roturas en la principal planta productora de Cuba.
Al mismo tiempo, medios independientes y ciudadanos en redes sociales alertaron sobre enterramientos en fosas comunes, sobre todo en la región oriental del país, debido al desbordamiento de los servicios funerarios y el aumento de la mortandad asociada a la pandemia.
El gobierno cubano y sus medios de prensa negaron esta situación —usual en países con picos de muertes y casos, como India, Brasil, Italia y México— y catalogó de “campaña de guerra no convencional” estas denuncias.