El colaborador de ADN Cuba, Héctor Luis Valdés Cocho, fue víctima nuevamente de un acto de repudio en su localidad. Este es el cuarto mitin que en su contra orquesta la Seguridad del Estado.
El reportero independiente dijo en un post de Facebook que estaba advertido de la realización de “esta práctica ochentera”, pero que aún así, “a pesar de los cuatro actos de repudio que ya cargo en mi espalda, no deja de dolerme en cada ocasión que me realizan uno. Soy de aquellos que piensan que este tipo de acciones carentes de todo civismo no son grandes ni pequeños; todos, absolutamente todos, son creados para tratar de denigrar y amedrentar a quién no comparta una ideología política”.
Dos personas de la tercera edad protagonizaron el hecho que Valdés Cocho no pudo transmitir a sus seguidores porque su servicio de datos móviles fue interrumpido.
“El tal acto de repudio no era sino dos personas mayores, muy mayores; que incluso me hicieron recordar a mis dos difuntos abuelos. Lo que en este caso esos ancianos no venían a consolarme como lo solían hacer ellos, sino advertirme que no me iban a permitir ningún tipo de "disturbio" o "situaciones violentas" en la cuadra”, escribió.
Los agresores le explicaron que su “cuadra es de los revolucionarios” y que no iban a permitir manifestaciones parecidas a las del domingo 11 de julio.
Valdés Cocho recalcó que el “Este gobierno está tan acorralado y tan perdido, que mandan de punta de lanza a las personas más vulnerables de la sociedad para que sean participes de estos bochornosos mítines: los ancianos y los niños”.
La detención arbitraria ocurrió en el Parque Central mientras Valdés Cocho se comunicaba con su pareja el activista por los derechos LGBTI Raúl Soublett.
Soublett recorrió varias estaciones policiales y en todas le dijeron que no había nadie detenido con ese nombre.
Vinculado al Movimiento San Isidro, Valdés Cocho ha sido sitiado en su domicilio, detenido y hasta amenazado de muerte en varias ocasiones por su labor informativa.
En días previos a la Marcha Cívica por el Cambio, convocada por el grupo Archipiélago para el próximo 15 de noviembre, la represión del régimen cubano se ha incrementado contra impulsores de la manifestación, activistas y periodistas independientes.
Otras dos víctimas recientes de actos de repudio son la artista gráfica Mary Esther Lemus Cordero, colaboradora de El Toque y el dramaturgo y coordinador de Archipiélago, Yunior García Aguilera.
El 6 de noviembre varios vecinos de Lemus Cordero se personaron frente a su vivienda con banderas y gritaron consignas a favor de la dictadura.
Días antes, el 1 de noviembre García Aguilera denunció otro “acto de repudio” de castristas en su contra, tras la difusión en medios estatales de un audiovisual donde la Seguridad del Estado arremete contra él por convocar a la Marcha del 15N.
