Los balseros cubanos que lleguen a costas estadounidenses pueden pedir asilo, si no son detectados y no se entregan, lo que se hace a través del trámite regular en las oficinas de asilo, declaró a medios locales el abogado de inmigración Willy Allen.
Ahora que ya no existe la política de “pies secos, pies mojados”, cualquier cubano que entre ilegalmente al país tendrá un camino difícil para la legalización, agregó. Pero sin importar la vía de acceso, ya sea marítima o terrestre, cualquier puede lograrlo con perseverancia y asesoramiento legal.
Además de los miles de cubanos que han entrado por la frontera con México, se estima que actualmente hay cientos en Miami que han logrado llegar a las costas de Florida, y aún no se han entregado a las autoridades.
Este asunto llama la atención de toda la comunidad cubana, pues es obvio que los isleños no han dejado de emigrar a Estados Unidos y en los últimos meses ha aumentado la cifra de balseros cubanos que siguen arriesgando sus vidas por llegar a la nación norteña.
En los últimos días un video que ha estado circulando en las redes sociales muestra el momento en que lanchas guardacostas cubanas interceptan una frágil embarcación, con 7 balseros a bordo. Y al parecer, entre ellos se encontraba una mujer embarazada.
Según fuentes cercanas a los balseros, todos fueron regresados a la isla y multados. Una publicación asegura incluso que la mujer perdió al bebé. Las cifras oficiales indican que en los últimos 4 meses, 76 inmigrantes cubanos han sido interceptados por la guardia costera de Estados Unidos en el estrecho de Florida.
La política de inmigración de cubanos a los Estados Unidos se rige desde 1966 por la Ley de Ajuste Cubano, que esencialmente dice que cualquier persona que salió ilegalmente de Cuba y entró a los Estados Unidos (incluyendo sus aguas continentales) estaría autorizada a obtener la tarjeta de residencia permanente un año después.
Después de las conversaciones con el gobierno cubano, el gobierno de Bill Clinton llegó a un acuerdo con Cuba, consistente en que se dejaría de admitir a personas interceptadas en aguas de los Estados Unidos.
Desde entonces, los cubanos detenidos en las aguas entre las dos naciones (con “pies mojados”) serían enviados de regreso a Cuba o enviados a un tercer país, mientras que los que llegaran a la costa (“pies secos”) tendrían la oportunidad de permanecer en los Estados Unidos y más tarde postular a la residencia permanente legal.
El 12 de enero de 2017, el presidente Barack Obama anunció el cese inmediato de la política de “pies secos, pies mojados”, indicando que los inmigrantes cubanos serían tratados al igual que los de otras nacionalidades.