El problema de la recogida de basura continúa siendo una tarea pendiente para el gobierno de La Habana.
Constantemente es noticia la acumulación de desechos en el sinnúmero de microvertederos que proliferan por toda la ciudad, a la espera de que la Empresa de Servicios Comunales decida recogerlos, como si en ellos no proliferaran vectores perjudiciales para la salud humana.
En ocasiones la espera involucra tres, cuatro y hasta cinco semanas, sobre todo porque los habaneros se cansaron hace ya bastante tiempo, de que sus reclamos sean palabras para oídos sordos, pero cuando el riesgo de un brote de dengue y sus consecuencias puede poner en riesgo la vida de menores, las alarmas se disparan, como en el caso de tres microvertederos que proliferan a escasos metros del circulo infantil Alegre Amanecer, ubicado en la calle Tejar entre las calles María Regla y Lawton, en el municipio de 10 de Octubre.
El caso del Alegre Amanecer y los tres depósitos de basura que lo sitian ante la desidia de las autoridades municipales, suscitó un minucioso reporte publicado hoy 27 de febrero en la revista camagüeyana La Hora de Cuba.
En su texto la conocida publicación agramontina detalla la acumulación de desechos domésticos en las inmediaciones del mencionado círculo infantil, la presencia de cadáveres de animales en estado de putrefacción, la maleza que se adueña del entorno y la acumulación de agua procedente de los múltiples salideros que posee el lugar producto del mal estado en que se encuentran las redes hidráulicas; todo esto conforma el sitio ideal para que prolifere el mosquito aedes aegypti, agente transmisor del dengue, la fiebre amarilla, el zika y el chikunguña.
Pero La hora de Cuba también constató la presencia de roedores y moscas, vectores que hacen del lugar un sitio idóneo para la propagación de infecciones como la leptospirosis, el cólera, el catarro común y hasta la influenza.
La hora de Cuba en conversación con el padre de uno de los niños que asisten al Alegre Amanecer, preguntó acerca de la posición de las autoridades del círculo infantil, a lo que el hombre respondió:
"Yo no creo que se hayan realizado todas las gestiones. Anteriormente hubo una acumulación más grande de desechos sólidos y se recogió mediante un acuerdo con Salud Pública. Pero ahora, vuelve la misma situación, no hay nadie que prohíba no echar basuras. Todos los padres estamos inquietos por las enfermedades que puedan surgir de los ratones, moscas y mosquitos. Mi mayor temor es que cualquier niño se enferme y luego haya que lamentarlo".
Penosamente esta situación no es exclusiva del Alegre Amanecer, y aunque la mayoría de los cubanos ya han perdido la confianza en las autoridades del régimen, siempre esperan que actúen antes que sea demasiado tarde, antes de que haya algo que lamentar.