La especialista principal de ventas e inteligencia comercial de Suchel, Isabel Cristina Valdespino, dijo que "de un día para otro no se van a ver los mercados llenos", en relación con el desabastecimiento de artículos de aseo.
En declaraciones a Radio Rebelde, esta funcionaria explicó que en los primeros tres meses del año han producido a niveles muy bajos, debido a problemas con la importación de materia prima, pero que esperan "estabilidad" en abril.
"Continuaremos produciendo para cumplir los planes y satisfacer a nuestra población", agregó Valdespino.
Desde inicios de este mes, Cuba no tiene suficientes productos de aseo para satisfacer la demanda interna, y esa situación no va a cambiar hasta abril, anunció la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez.
Según dijo la funcionaria a medios locales, el país tiene un “grave déficit” financiero y el poco dinero disponible está destinado al abastecimiento de combustible, medicamentos y la alimentación de la canasta básica.
Expresó que la venta de pollo sufrió afectaciones en diciembre, que continuaron en el mes de enero. Ese alimento cotidiano de los cubanos, se importa mayormente de Brasil y Estados Unidos, en donde Cuba perdió “capacidades financieras”, al decir de la funcionaria. La venta a través de los tiendas en divisa (CUC) palió la situación, pero no fue suficiente.
Sólo la canasta básica, aclaró Díaz, cuesta anualmente a Cuba 1000 millones de dólares, ya que casi todos sus productos son importados.
ADN viene informando sobre la agudización de las carestías materiales en Cuba desde septiembre de 2019, momento en que se declaró la llamada “coyuntura”, periodo "puntual" de problemas económicos que, al parecer, persiste en no terminar.
Si bien los problemas económicos de Cuba datan de hace décadas, en los últimos meses “desaparecieron” los productos de aseo, el gas licuado, el combustible para el transporte estatal y particular, algunos alimentos básicos, entre otros insumos vitales para la vida cotidiana de los cubanos.
El gobierno culpa a la administración Trump por las nuevas sanciones aprobadas contra empresas de la Isla y Venezuela. Mientras tanto, economistas y críticos del sistema vuelven la mirada sobre el ineficiente sistema de la Isla, controlado por el Estado.