El caso del opositor político cubano José Daniel Ferrer sigue ganando en visibilidad internacional. Este martes 21 de enero un panel de expertos discutirá en la Florida, Estados Unidos, sobre su actual encierro en la isla, que se va alargando en el tiempo pese a la poca claridad que existe en torno a los cargos que se le imputan.
A celebrarse en la Universidad Internacional de la Florida (FIU, por sus siglas en inglés), la convocatoria del panel sostiene que, mientras transita de un modelo totalitario a uno postotalitario, “el gobierno cubano ha modificado su trato a los opositores políticos para evitar desafíos a sus normas, a la vez que intenta dar una imagen menos despótica al mundo”.
Por ejemplo, agrega el documento disponible en la web de la FIU, que explica la pertinencia del evento, “el gobierno ha incrementado las detenciones de corta duración de los defensores de derechos humanos en la isla, así también como ha restringido el derecho de viajar al exterior de periodistas independientes y blogueros”.
Más recientemente, precisa, José Daniel Ferrer, el líder del grupo opositor Unpacu (Unión Patriótica de Cuba), basado en la provincia Santiago de Cuba, “ha sido encerrado en prisión bajo acusaciones dudosas de asalto y agresión”.
En tal sentido, el panel de discusión organizado por el Centro de Estudios Cubanos de la FIU analizará la evolución de las tácticas del régimen para lidiar con los movimientos disidentes, con énfasis en el caso del encierro de Ferrer, que data de inicios de octubre del pasado año y ha logrado captar la atención de diversos organismos internacionales.
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Uno de ellos fue el Parlamento Europeo, ente que el pasado 28 de noviembre aprobó una resolución que pide la liberación inmediata del disidente cubano y critica directamente la situación de los Derechos Humanos en la Isla.
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Si bien el régimen ha intentado justificar la prisión de Ferrer, al que parece condenará a nueve años de encierro, y ha fabricado hasta un video con presuntas evidencias de su culpabilidad, lo cierto es que muchos no le creen ni dudan de que se trata de un castigo por el activismo político del líder santiaguero.
Al aprobar la resolución, los eurodiputados recordaron que el Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación suscrito entre Cuba y la Unión Europea podía suspenderse por “vulneraciones de los derechos humanos”, como las que están sufriendo Ferrer y otros tantos opositores que, aunque no estén encerrados tras las rejas, son víctimas de acoso policial y político, a la vez que se les vulneran libertades esenciales como la de poder salir del país.