La televisión estatal cubana mostró este miércoles imágenes del opositor José Daniel Ferrer García en la prisión donde se encuentra detenido desde hace casi dos meses, bajo la acusación de participar en un incidente violento contra otra persona.
El material, transmitido como un reportaje especial en el informativo vespertino, refirió que "el motivo de su detención respondió a una denuncia presentada por un ciudadano cubano", quien acusa a Ferrer y a otras tres personas ante las autoridades y las redes sociales de "secuestro y posteriormente propinarle una severa golpiza".
Asimismo, acusó a Ferrer de ser un "agente asalariado al servicio de Estados Unidos" y denunció que la embajada de Washington en La Habana "ha sido el vehículo de atención y dirección de las acciones y conductas" del disidente.
Ferrer, de 49 años, pasó casi ocho años en prisión como parte de los 75 disidentes encarcelados en la "Primavera Negra" de 2003 y es actualmente el líder del grupo disidente ilegal Unión Patriótica de Cuba (Unpacu).
Su última detención se produjo el pasado 1 de octubre junto a otros activistas opositores y desde entonces permanece encarcelado en la provincia oriental de Santiago de Cuba. Las autoridades tardaron más de un mes en notificarle los cargos por los que se encuentra detenido.
La familia y compañeros de Ferrer han denunciado que no han tenido acceso a él, que se le estaba alimentando mal, no recibía atención médica y había sido objeto de torturas físicas durante su encarcelamiento.
El reportaje de este miércoles incluyó imágenes de Ferrer durante una única visita permitida de su esposa e hijos a la prisión de Aguadores, el pasado 7 de noviembre, y señaló que el disidente se ha negado a vestir una camisa de preso común desde su arresto.
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También recoge declaraciones del ciudadano que lo acusó de agresión, Sergio García González, quien dijo que se estaba recuperando del incidente "algo bochornoso y doloroso" con Ferrer.
"Nunca pensé que llegara a suceder ser agredido", declaró la presunta víctima, quien calificó al disidente como "abusador y prepotente". Su hijo colgó imágenes de la supuesta agresión en redes sociales.
García González acusa a Ferrer y a otros tres individuos de haberlo secuestrado durante toda una noche y propinado "una severa golpiza" que lo dejó "en condiciones de ingreso hospitalario".
Otras personas que aparecen en el reportaje televisivo (Emenelio Céspedes, Roberto Ayala Galindo, Erik Domínguez, Ernesto Tamayo...) también denuncian, sin mayores pruebas, el carácter "violento" de Ferrer y aseguraron haber sido agredidas por él. La UNPACU ha acusado a varios de estos declarantes de ser agentes infiltrados o al servicio de la Seguridad del Estado.
Otras imágenes muestran al opositor autoinflingiéndose golpes durante una detención en Santiago de Cuba.
Entre los declarantes también aparece el médico de la prisión de Aguadores, Yaro Sánchez Corona, que aseguró que el 22 de noviembre pasado Ferrer presentaba "buen estado general", que se estaba "alimentando adecuadamente" e "ingiriendo líquidos" y "no corre ningún tipo de peligro su vida". No se entiende entonces por qué aparecen en el mismo documental otras imágenes de Ferrer esposado siendo trasladado al hospital clínico de Santiago de Cuba.
El Arzobispo de Santiago de Cuba visitó recientemente a José Daniel Ferrer en la prisión y contó que estaba extremadamente delgado, semi desnudo y que su celda era húmeda y fría.
El documental relaciona el caso de Ferrer con la renuncia de Evo Morales en Bolivia tras elecciones fraudulentas -que Cuba considera un "golpe de Estado" y muestra imágenes de vigilancia de la encargada de negocios de la Embajada de EEUU en La Habana, Mara Tekach, visitando el domicilio del opositor, algo que la propia diplomática ha hecho público.
Las autoridades cubanas sostienen que Ferrer -actualmente pendiente de juicio- tiene una "larga trayectoria de acciones de provocación contra el orden público y la legalidad".
La UNPACU y Cuban Prisioners Defenders han denunciado presiones y chantajes contra supuestos testigos y mostrado esta semana varios videos de personas cercanas a Ferrer que desmontan los argumentos oficialista publicados en medios como Granma y Cubadebate.
La fabricación de casos de delincuencia común contra prisioneros políticos es una práctica habitual de la Seguridad del Estado, que esta vez recurre a fotos antiguas del disidente y testimonios cuestionables para transmitir la imagen de Ferrer como una persona violenta e inestable.