El gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, fue el encargado de clausurar el "Encuentro Antimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo" celebrado en La Habana.
"El apoyo, el entusiasmo, la solidaridad que ustedes expresan, emocionan y comprometen, y con Raúl y con Maduro a los yanquis les estamos dando duro", expresó para abrir su discurso.
El mandatario mencionó su gira de diez días por varios países europeos, entre ellos Irlanda, Bielorrusia, Azerbaiyán y Rusia, donde incluso se reunió con Vladimir Putin.
Díaz-Canel condenó una vez más el embargo estadounidense contra la isla.
"El presidente de los Estados Unidos y su corte de halcones arremeten contra la Revolución Cubana, la Revolución Bolivariana, la Revolución Sandinista, el Foro de Sao Paulo, los liderazgos políticos de la izquierda brasileña, boliviana, argentina y los movimientos sociales, populares, progresistas de toda la región que consideran su traspatio", expresó.
Dijo además que la Organización de Estados Americanos (OEA) "es una cosa muy fea y muy cínica".
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Inesperadamente en este foro apareció Nicolás Maduro.
Maduro, cuya presencia en Cuba no había sido anunciada, sostuvo en su discurso que "empieza a configurarse una nueva situación geopolítica en la región", una "nueva ola antineoliberal que tendrá espacios en el futuro (...)".
A su juicio el "frente progresista" que conforman el Gobierno de México, con Andrés Manuel López Obrador, y el futuro Ejecutivo de Argentina tras la victoria del peronista Alberto Fernández jugará "un papel clave" en los próximos años en la articulación de Latinoamérica.