Ante la crisis energética que atraviesa Cuba a consecuencia de los problemas de su sistema de generación y las protestas ciudadanas por los continuos cortes del servicio eléctrico (apagones) y la escasez de alimentos y bienes de primera necesidad en la isla, y en medio de una de una inflación creciente, el presidente designado del régimen, Miguel Díaz-Canel, afirmó este viernes que los cubanos “estamos salaos” y que el plan de los “revolucionarios”, “como siempre”, tiene que ser de “resistencia”.
“El bloqueo (embargo) es la principal causa de esta situación electro-energética (...) Hemos tenido también baches en la distribución de combustible (...), déficit de generación térmica, y el otro elemento lo voy a decir en cubano: Es que estamos salaos con esto de la energía”, afirmó Díaz-Canel en su intervención sobre el tema durante la clausura del Noveno Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el pretendido parlamento del sistema político imperante en Cuba.
“En menos de tres meses hemos tenido dos accidentes que nos han sacado 400 mega watts de generación”, lamentó el controvertido mandatario, al tiempo que criticó que haya “algunas personas que, para expresar su malestar y su incomprensión, que es legítimo porque están viviendo una situación de afectación, acuden al toque de cazuela y vociferan expresiones en contra de los dirigentes”.
“Algunos aprovechan la ocasión para decir una consigna contra la Revolución, otros participan en hechos vandálicos y lanzan piedras, rompen cristales, y con eso no se resuelve la situación que tenemos”, condenó Díaz-Canel.
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En opinión del presidente designado del régimen, da igual si esas personas que se quejan de disímiles maneras lo hacen por convicción o no.
“Están respondiendo a lo que quiere la contrarrevolución y a lo que quiere quienes nos tienen bloqueados, que esos son los que primero han causado toda esta situación que nosotros tenemos”.
“Estamos actuando en consonancia con el plan del enemigo, no con el plan de nosotros. El plan de nosotros tiene que ser de comprensión, de solidaridad, como siempre, de resistencia”, sentenció, sin dar muchos atisbos de esperanzas de que los cubanos puedan tener mejores condiciones de vida a corto o mediano plazo.
Díaz-Canel dijo a los diputados que los únicos apagones que hay en estos momentos en el mundo no son los cubanos, sólo que los de la isla son “tal vez los más famosos por toda esa propaganda que hay contra Cuba”.
“El mundo está viviendo una crisis energética también”, agregó, suavizando la crisis cubana al intentar contrastarla con los problemas del mundo, una de las tácticas preferidas del oficialismo cubano para justificar su incapacidad e intentar que los problemas de la isla no se perciban como un rasgo inherente y crónico de un sistema unipartidista y totalitario que niega libertades económicas, políticas y de toda índole.