El periodista camagüeyano, Henry Constantín Ferreiro, denunció en su perfil de Facebook, que el pasado viernes 1 de julio agentes de la seguridad del Estado cubano le impidieron asistir a la recepción diplomática en La Habana por el día de la independencia de los EEUU, a la cual fue invitado por el cuerpo diplomático.
“El cerco que viví en casa desde la mañana del jueves hasta la tarde del viernes -casi justo cuando el evento empezaba- era para que no pudiera llegar hasta allí. A Dagoberto Valdés, director del think tank Convivencia, en Pinar del Río, le prohibieron lo mismo. Me honra mucho que tan lejos geográficamente, nos haya tocado la misma prohibición” declaró en su publicación.
El fundador y director de la revista independiente La Hora de Cuba, resaltó que “cientos de miles de cubanos” celebraron el 4 de julio “con alegría y agradecimiento” pues “ese país ha salvado y hecho feliz a millones de los nuestros, incluso a quienes no se han ido pero desde allá reciben recursos que en Cuba no encuentran, con los que sobrevivir y continuar su vida en Cuba”.
A su vez, Constantín Ferreiro declaró que “Estados Unidos es la única nación del mundo donde la libertad de Cuba y la prosperidad de los cubanos nunca han dejado de estar en las palabras de sus políticos y más altos funcionarios, con más fuerza en ellos, incluso, que en la de los propios gobernantes de Cuba”.
Ante esta realidad, aseguró que a los políticos cubanos “debería darles pena” y que los cubanos deberían agradecer a Estados Unidos por enseñarles “qué es la prosperidad, y sobre todo, la libertad. Eso algún día será determinante para Cuba”.
Entre los deseos del reportero, destacaba que algún día los cubanos de adentro y fuera de la isla puedan celebrar de forma espontánea el 20 de mayo: “Que las familias se reúnan ese día acá en la isla. Que los que tuvieron que emigrar a Estados Unidos, México, Europa o donde sea, reserven pasajes para no perderse la fiesta del país donde nacieron ellos o sus padres y abuelos”.
Constantín Ferreiro catalogó de “intento inútil” el hecho de que la Seguridad del Estado le impidiera llegar a la celebración en la embajada, pues considera que está cerca “el día en que cubanos y norteamericanos puedan compartir invitaciones a sus fiestas del 20 de mayo y del 4 de julio, y sentarse a hablar no de críticas mutuas y concesiones para paliar la miseria, sino de cómo proteger y hacer que crezcan la libertad y la riqueza que los dos países, los dos, tendrán a la vez”.