El actor cubano Andy García, una de las figuras más destacadas de Hollywood, confirmó en entrevista con “The New York Times”, que anhelaba todos los días regresar a Cuba, pero no bajo el régimen comunista.
Cuestionado sobre si alguna vez pensó volver, sobre todo con el deshielo en las relaciones de la era de Barack Obama, el artista contestó con una negativa.
“Es como preguntarle a un judío si volvería a la Alemania nazi. Todo el mundo tiene su propia razón personal para ir y no juzgo. Pero he sido crítico con ese régimen; si fuera, lo usarían para decir: “Mira, él cree que estamos haciendo lo correcto. Está aquí de vacaciones”, señaló en su conversación.
García añadió que el régimen tampoco le permitiría entrar allí para hacer un concierto y decir lo que opinan muchos como él.
“Sí, regresé a la base naval de la bahía de Guantánamo con Gloria y Emilio. Hicimos un concierto para los balseros en 1995. En ese momento, había alrededor de 16 mil balseros en un campamento provisional”, agregó.
El protagonista del reciente remake de “El padre de la novia”, precisamente junto a Gloria Estefan, recordó que a inicios de los 2000 fue invitado por la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana para mostrar la película “La ciudad perdida” de 2006.
“Dije: “¿Pueden garantizar mi seguridad?”. Respondieron: “No podemos”. Y contesté: “Gracias por la invitación”. Pero conozco a muchas personas que han ido a Cuba y que están en el ojo público. Los cubanos que se han ido están vigilados. Hay gente del gobierno que los sigue”, precisó.
Sobre su llegada a Estados Unidos, con su familia, García explicó que un su caso eran “exiliados políticos, que venimos a este país con un entendimiento básico de que es un lugar, con todos sus defectos y puntos negativos, donde eres libre para expresarte y perseguir tus sueños”.
“Huimos, con mis padres, como huyen muchos cubanos hasta hoy, a buscar libertad y oportunidades para sus familias. Y cuando vienes aquí, tienes cierta responsabilidad de honrar esa libertad y tener una ética de trabajo sólida y mejorarte a ti mismo y a tu familia. Eso prevalece en todas las historias de inmigrantes”, insistió.
“Mi hermano René y yo siempre bromeamos acerca de que, como venimos de esta situación en la que le quitaron todo a nuestra familia en Cuba, hay una parte de nosotros que siempre dice: “Tenemos que trabajar duro y ahorrar porque un día van a venir y quitarnos todo de nuevo”. Todos tenemos esos puntos de activación subconscientemente que se convierten en patrones de comportamiento. Están arraigados en ti desde la infancia, dependiendo de tu recorrido en la vida”, concluyó.