El pastor cubano Lorenzo Rosales Fajardo fue condenado a siete años de prisión por protestar pacíficamente el 11 de julio de 2021 en el municipio Palma Soriano, provincia Santiago de Cuba.
Así lo confirmó en redes sociales la organización no gubernamental Cubalex.
Según la denuncia, hecha por Maridilegnis Carballo, esposa del pastor, tuvo que suplicar a las autoridades para conocer el paradero del religioso y hacerle llegar artículos de higiene, pero no se le permitió verlo, hablarle ni dejar una Biblia tras el arresto de Rosales y su hijo de 17 años durante el levantamiento popular en Palma Soriano.
En un reportaje de Radio Televisión Martí, Carballo declaró que no pudo confirmar el paradero de su marido hasta el 14 de julio, mientras que su hijo, que llegó a casa siete días después, fue transportado en vehículos con las ventanillas cubiertas, por lo que todavía no está seguro de dónde estuvo retenido.
Hasta el juicio, en diciembre pasado, la petición fiscal contra Rosales Fajardo era de diez años de cárcel por los supuestos delitos de “atentado”, “instigación a delinquir” y “desacato”.
Durante su detención, en julio de 2021, quedó registrada en videos e imágenes la represión violenta de policías y agentes de la Seguridad del Estado en su contra.
Desde el año pasado, el gobierno de Estados Unidos exige la libertad del pastor Lorenzo Rosales Fajardo. En agosto, la Embajada norteamericana en La Habana reprodujo la siguiente publicación de Twitter realizada por Samantha Power, directora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés): “Seguimos el caso del pastor Rosales Fajardo, uno de los muchos cientos de cubanos perseguidos por unirse a las protestas pacíficas del mes pasado”.