El actor Daniel Romero Pildaín confesó en una entrevista el domingo que la represión en Cuba contra quienes se manifestaron frente al Ministerio de Cultura el 27 de noviembre de 2020 y en las calles de la isla en julio de 2021, influyó en su decisión de abandonar el país y radicarse en Miami.
“Después del 27N para mí fue un punto de giro, y otro punto de giro muy decisivo fueron los sucesos del 11 de julio”, dijo el protagonista de películas históricas como José Martí, el ojo del canario (2010) y El Mayor (2020), en declaraciones al cineasta Ian Padrón, en su programa de TouTube “Derecho a réplica”.
El artista lleva una semana en Miami Beach junto con su esposa Claudia Tomás Fuentes, actriz que interpretó a Amalia Simoni en el largometraje biográfico del líder independentista Ignacio Agramonte, encarnado por Romero. Llegaron a Estados Unidos tras permanecer unos meses en México, y piensan comenzar una nueva vida en el sur de la Florida.
Daniel Romero y Claudia Tomás se unieron al plantón de cientos de cubanos frente al Ministerio de Cultura el 27 de noviembre de 2020, tras el desalojo violento de una huelga de hambre en la sede del opositor Movimiento San Isidro. “[Dijimos] no podemos dejar de compartir nuestro apoyo y estar con todos los demás colegas. Defendiendo los derechos, exigiendo los derechos que se estaban exigiendo ahí”.
Durante las protestas antigubernamentales que estallaron el 11 de julio pasado, la pareja intentó unirse a la manifestación de artistas frente al entonces Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), pero un amigo les avisó que ya habían reprimido y arrestado a los participantes, explicó Romero.
“Fue un proceso muy traumático, en ese justo instante todo estaba muy caldeado. Yo vivo en el Casino Deportivo, y tú podías ver en el edificio de enfrente a vecinos que estaban gritando consignas. Los artistas ya venían muy mal vistos desde el 27N, y notabas una agresividad muy violenta. Entonces mi esposa y yo, apenas salimos y caminamos unas cinco o seis cuadras, tuvimos que regresarnos”.
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Agregó que “en lo personal hubo mucha ansiedad, mucha decepción, mucha impotencia, sobre todo por la posición en que se ve uno con la familia, y a la vez uno denunciar ese tipo de cosas. Fue un proceso muy doloroso, muy complicado, y que marcó el futuro y el rumbo que yo debía tomar”.
Tras una pregunta de la audiencia, Romero, quien profesa la religión católica, afirmó que no hay futuro para Cuba con un sistema socialista. Espera encontrar en Miami “la aspiración de ser feliz, de poder construir un futuro más próspero para mí, para mi familia, para mi esposa, y de sentirme un poco más libre, de tener un lugar en la sociedad, de poder realmente ser yo”.
En una publicación reciente en redes sociales Romero afirmó que “tomar riesgos en la vida hace que valores cada instante, enfocándote en el momento presente”. El joven actor de 32 años ha compartido varias fotografías tomadas en Hialeah, entre ellas, una con Lilo Vilaplana, el director del filme Plantados, sobre presos políticos del régimen castrista.
