El historiador y católico cubano Leonardo Manuel Fernández Otaño firmó su sobreseimiento este 30 de diciembre tras los cargos que el régimen le levantó por haberse manifestado el pasado 11 de julio.
"Acabo de firmar mi sobreseimiento por la manifestación del 11 de Julio frente al ICRT, pensé en no hacerlo público, pero creo que se lo debo a muchos. Gracias a mis amigos que siempre me han sostenido (...), a mis amigos que fueron a interrogatorio por su cercanía a mi persona , al sacerdote que me sacó del medio de un acto de repudio aquel 11 J, a mis compañeros de facultad que dieron el berro en las redes, a la Madre Iglesia que nunca se apartó, en especial a la Compañía de Jesús y la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús, ni me dejo solo, a los sacerdotes y religiosas que siempre estuvieron desde para acompañarme a un interrogatorio hasta llevarme la comunión", escribió en su Facebook.
Fernández Otaño también agradeció a sus padres, vecinos, maestra y al medio cubano la Joven Cuba, donde realizó la denuncia pública.
"Estoy agradecido porque la verdad nadie la puede ocultar, pero también triste porque a mí me salvan los privilegios de ser blanco e intelectual, porque los jóvenes de la Güinera no han tenido esa misma suerte y están siendo condenas a penas injustas y politizadas. A los tantos detenidos injustamente ese 11 de Julio, solo puedo recordar mi opción por permanecer, acompañar y escuchar. Saben que seguiré a su lado, por opción y por deber con Uds. Terminó con San Ignacio de Loyola, pues siempre vuelvo a él, pido a Jesús el Nazareno que mi camino sea siempre: en todo amar y servir para mayor Gloria de Dios", concluyó.
Por último pidió libertad para los más de 700 presos políticos del 11 de julio anterior, incluidos 14 menores de edad.
Leonardo Manuel Fernández Otaño fue una de las personas reprimidas y encarceladas el pasado 11 de julio de 2021, en las afueras del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
Recorre las redes sociales una imagen suya arrodillado, sosteniendo la cruz de su pecho, mientras decenas de agentes del régimen cubano lo reprimen.
Estuvo detenido en la estación Vivac, en el Cotorro.
"El peor momento fue cuando uno de los oficiales se ensañó con tanto odio en mi Cruz (siempre llevo un cordón con una Cruz y una medallita de San Francisco Javier) fue este signo que simboliza mi fe lo que más ira les causó. Todavía me pregunto cuánto remuerde la conciencia un Nazareno del Siglo I descartado por el poder", contó entonces.