Un grupo de cubanos rompieron imágenes del dictador Fidel Castro durante una protesta ante la embajada de Cuba en Chile, en apoyo a Roberto Fonseca, joven preso tras las protestas del 11 de julio por destruir imágenes del líder revolucionario.
Los cubanos se congregaron allí en solidaridad con la marcha del 15 de noviembre, organizada por el grupo Archipiélago, que busca promover el cambio democrático en la isla y exige libertad para los presos políticos.
Fonseca, quien participó en las protestas del 11 de julio en el municipio San José de las Lajas, Mayabeque, espera juicio por los supuestos delitos de “atentado”, “desacato”, “instigación para delinquir” y “desorden público”.
La Fiscalía pide para él 12 años de cárcel, la mayor sanción entre los cubanos que están siendo procesados por su participación en las manifestaciones.
Alberto Ortega Fonseca, hermano de Roberto, aseguró a ADN Cuba que en verdad quieren castigarlo por romper una foto del Fidel Castro, luego de que las autoridades vieran el video donde vecinos de San José destruyen en público la imagen del dictador.
Fiscalía asegura que el joven, de 38 años, lanzó piedras contra autos patrulla y agentes del orden público el 11 de julio en el municipio, una de las decenas de localidades que se levantaron contra el gobierno ese día en toda la isla.
Tras su arresto el 16 de julio, en el que intervino una veintena de policías, este cubano, padre de un niño de dos años, fue enviado a la prisión de San José de las Lajas, donde lo golpearon. De allí lo trasladaron a la de Quivicán, a donde llegó enfermo de Covid-19.
Archipiélago decidió adelantar para el 15 de noviembre la marcha cívica planificada para el 20 de ese mes, a raíz de la decisión del régimen de nombrar el 20 de noviembre como Día de la Defensa Nacional.
Desde el lanzamiento de la convocatoria varias ciudades y provincias se han sumado como La Habana, Nuevitas (Camagüey), Santa Clara (Villa Clara), Cienfuegos, Pinar del Río, Holguín y Guantánamo.
Las marchas estaban planeadas para el próximo 20 de noviembre, cinco días después de la fecha establecida por el Gobierno cubano para abrir el país al turismo internacional. Se estima que su duración sea de tres horas.
El propósito de las cartas entregadas en las intendencias municipales y Gobiernos provinciales es solicitar autorización a las instituciones gubernamentales competentes, pero la omisión de respuesta no impedirá la marcha, han manifestado.
Cuba es signataria de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que establece en su artículo 20 que “Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas”.