El coronel retirado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) Eduardo Morejón Estévez, veterano de la participación militar cubana en conflictos en Asia y África y uno de los oficiales de la isla sobre los que recaen sospechas y acusaciones de haber torturado prisioneros de guerra estadounidenses en Vietnam, murió esta semana a sus 82 años sin que la prensa oficialista se haya hecho eco de la noticia.
Fue el investigador del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) Elio Pereira, el pasado lunes, quien primero comunicó sobre el deceso de Morejón. “Falleció Eduardo Morejón Estévez, quien acompañó a nuestra delegación en el proceso de paz en Angola. Desde su anonimato diplomático, hizo mucho por la Revolución. Tus alumnos te quieren y respetan. Fieles a tu ejemplo”, escribió Pereira en Twitter.
Por su parte, el periodista Milton Díaz Canter, corresponsal de guerra en Angola, dedicó al fallecido un post en Facebook el pasado jueves, donde mencionó varios de los hechos y misiones que marcaron la “rica y espectacular trayectoria” de Morejón, según la definió.
“Un hasta siempre se sintió hoy en el sector Este del Cementerio de Colón, durante la sencilla ceremonia de acompañamiento de las cenizas del Coronel (r) Eduardo Morejón Estévez, hasta su nicho en el Panteón de los Veteranos de la principal necrópolis capitalina”, escribió Díaz Canter.
Según detalló, en la amplia hoja de servicio del finado dentro de las FAR destaca especialmente su participación en la “asistencia solidaria de Cuba a movimientos de liberación nacional durante la segunda mitad de la pasada centuria”.
“Históricas misiones encomendadas por la máxima dirección de país, de poco dominio público y apenas conocidas por sus compañeros de especialidad”, dijo el periodista, que además resaltó que Morejón participó en la lucha clandestina contra el dictador Fulgencio Batista y fue uno de los protagonistas y el único testigo por la parte cubana de todas las rondas negociadoras que culminaron en “los Acuerdos de Paz para el África Austral”.
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Oriundo de Camagüey, Morejón participó en las acciones represivas contra los alzados del Escambray y posteriormente realizó estudios militares en la extinta Unión Soviética, según reseña Diario de Cuba en su reporte sobre el fallecimiento.
También combatió en Playa Girón, Yemen, Laos y Vietnam, donde, según testimonios e informes del Gobierno y las agencias de inteligencia de Estados Unidos, podría haber sido uno de los tres oficiales cubanos que torturaban con frecuencia a prisioneros de guerra estadounidense.
Los torturadores fueron identificados como cubanos por varias víctimas de sus prácticas. Hasta el momento, el régimen de la isla no ha reconocido que la tortura formara parte de la asesoría militar que brindó a Vietnam del Norte durante los años 60 y 70 del pasado siglo, en pleno conflicto de la nación asiática con Estados Unidos.
Retratos hablados hechos por los torturados apuntan a que Morejón, agregado militar en la embajada de Cuba en Hanoi entre 1967 y 1968, pudo haber sido uno de los torturadores al igual que Fernando Vecino Alegret, ministro de Educación Superior por 30 años y alto oficial del Ejército Rebelde y las FAR.