El gobierno de Estados Unidos cambió el estatus a su personal en la Embajada de Cuba, de no acompañados a parcialmente acompañados por sus familiares, como parte de las investigaciones del llamado 'Síndrome de La Habana', confirmó un portavoz del Departamento de Estado a Radio Televisión Martí.
"Sólo los familiares adultos elegibles de empleados en la embajada en La Habana podrán viajar o vivir en Cuba. Este cambio entra en vigencia de inmediato", dijo el portavoz.
Según la nota de ese medio, la investigación sobre los incidentes que afectaron la salud de los diplomáticos estadounidenses en la Isla, se mantiene inconclusa, a pesar de que en marzo de 2021 la Casa Blanca nombrara a una experimentada diplomática para que supervisara las pesquisas.
El portavoz del Departamento de Estado comentó que la prioridad de dicha investigación sigue siendo la seguridad y la protección del personal diplomático estadounidense.
"Este es un gran esfuerzo interinstitucional que involucra a la Casa Blanca, el Departamento de Defensa, las agencias de inteligencia de EEUU, el Congreso y los principales científicos del país, al tiempo que la Cancillería se asegura de que aquellos que fueron evacuados médicamente (de Cuba) reciban el tratamiento y el apoyo que necesitan", añadió el funcionario del Departamento de Estado.
La Administración Biden designó el 12 de marzo a la embajadora Pamela Spartlen para liderar el grupo de trabajo encargado de responder a presuntos ataques acústicos contra funcionarios de EE.UU en la Isla.
Spratlen, oficial de carrera del servicio exterior, se desempeña como asesora principal del Grupo de Trabajo de Respuesta a Incidentes de Salud creado en 2018.
De acuerdo con el portavoz del Departamento de Estado, "hemos hecho todo lo posible para garantizar que nuestro personal sobre el terreno pueda trabajar de forma segura en La Habana y mantendremos este enfoque al tiempo que aumentamos nuestro personal ahí".
Inicios del llamado 'Síndrome de La Habana'
El llamado 'Síndrome de La Habana' comenzó a finales de 2016, cuando diplomáticos estadounidenses experimentaron síntomas inexplicables, como mareos y dolores de cabeza punzantes, a veces acompañados de un "ruido direccional penetrante" no identificado.
Los ataques llevaron a una reducción del personal en el puesto de avanzada en La Habana bajo la Administración Trump. El personal de Rusia y China informó sobre incidentes similares.
A mediados de agosto de 2021, dos funcionarios estadounidenses en Berlín también reconocieron tener estos síntomas.
Más de 130 personas del gobierno de Estados Unidos han presentado posibles síntomas del 'Síndrome de La Habana', aunque se ha demostrado que algunos casos no están relacionados, aseguró el diario New York Times en mayo de 2021.
Un informe de junio de 2018 de la Junta de Revisión de Responsabilidad, que hizo una evaluación ordenada por el Departamento de Estado, encontró "serias deficiencias en la respuesta del Departamento en áreas de responsabilidad, coordinación interinstitucional y comunicación, en todos los niveles", que "contribuyeron a la confusión en torno a los eventos y retrasaron una acción coordinada y eficaz".