El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lanzó este 27 de julio una advertencia a Rusia y a su presidente, Vladimir Putin, al decir que los ciberataques pueden acabar, algún día, “desencadenando un conflicto armado real”.
En un discurso ante la comunidad de inteligencia, Biden advirtió del riesgo de escalada por las amenazas cibernéticas, pero también del “peligro” que en su opinión supone Putin, que achacó a su posición de debilidad en el contexto global.
Putin “solo tiene armas nucleares y petróleo, eso es todo. Sabe que tiene problemas y eso le hace más peligroso”, dijo Biden en un discurso durante una visita a la oficina de la directora de inteligencia nacional, Avril Haines.
En su discurso ante decenas de agentes de inteligencia, Biden recalcó que las amenazas cibernéticas están causando, como ya se ha visto, un importante daño en el mundo real.
Además, habló del daño que genera la desinformación y en ese punto volvió a criticar a Rusia, al considerar que ese país está ya extendiendo esos datos falsos "en un intento de influir" en las elecciones de medio mandato del año que viene en Estados Unidos.
“Miren lo que está haciendo ya Rusia con las elecciones de 2022 y la desinformación. Es una violación pura y simple de nuestra soberanía”, dijo el presidente en referencia a información que recibió sobre las elecciones de 2022, cuando se elegirán congresistas, gobernadores y otros puestos locales.
En otoño de 2022, se celebrarán las llamadas elecciones de medio mandato en Estados Unidos, durante las cuales se renuevan todos los escaños en la Cámara de Representantes y un tercio de los escaños en el Senado.
También se eligen numerosos gobernadores y otros puestos estatales y municipales.
El mandatario tuvo tiempo de lanzarle un dardo a China: advirtió que el país asiático va camino de convertirse en la mayor fuerza militar del mundo y en la economía más grande del planeta, algo que a este paso logrará, dijo, en la década de 2040.
En cualquier caso, admitió que Estados Unidos también tiene que cooperar con Rusia y China, aunque sean “competidores mortales”.