En un estadio prácticamente vacío, dieron inicio los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, luego de la Ceremonia de Apertura que se llevó a cabo en un escenario global mientras el mundo todavía lidia con el dolor y la ansiedad provocados por una pandemia que continúa arrasando.
Los organizadores olímpicos están tratando de reflejar esa lucha universal presentando un asunto más moderado de lo habitual, celebrando a los mejores atletas del mundo que se unen para competir y enviando un mensaje de esperanza en un momento de aislamiento.
La ceremonia marcó el inicio oficial de los Juegos, que fueron pospuestos debido a la pandemia. Pero un año después, la mayoría de los japoneses ven los Juegos Olímpicos como un peligro innecesario que pone en riesgo la salud de la población al tiempo que los priva de la alegría de albergar los Juegos, es decir, asistir y mostrar la belleza de su país.
La mayor parte del programa de apertura se compuso del "Desfile de Atletas", que dio la bienvenida a los competidores de todo el mundo. Vienen de realidades muy diferentes y con diferente acceso a las vacunas. En Japón, menos de una cuarta parte de la población está completamente vacunada.
Desde el manga hasta el monte Fuji, el arte y la cultura japoneses estuvieron en plena exhibición durante la ceremonia. El podio recordó a un abanico, con un patrón que simboliza una oración por el crecimiento y la prosperidad.
Una actuación de percusión y claqué destacó una canción de trabajo tradicional utilizada por los bomberos en el antiguo Tokio. La ceremonia también presentó a un famoso intérprete de kabuki, un estilo de teatro famoso en Japón.
Los anillos olímpicos utilizados en la ceremonia fueron llevados con ruedas rodeadas de linternas de papel suavemente encendidas. Están hechos de madera, utilizando un estilo tradicional japonés de artesanía llamado yosegi-zaiku . La madera proviene de árboles plantados por atletas cuando Japón fue sede de los Juegos Olímpicos por última vez, en 1964.
La actuación comenzó con un atleta solitario, la boxeadora japonesa Arisa Tsubata, haciendo ejercicio en una cinta de correr. Otros atletas se unieron a ella, y un espectáculo de luces y bailarines simbolizaron a las personas que hacen conexiones, aunque estén separadas.
Cuba desfiló con una pequeña representación, de su delegación, encabezados por el luchador Mijaín López y la discóbola Yaimé Pérez, ambos fuertes candidatos al título en estos juegos.