El colaborador de ADN Cuba, Héctor Valdés Cocho, denunció que este domingo fue agredido sexualmente por dos hombres sin identificar, dentro de un calabozo de la unidad policial de Aguilera, municipio Diez de Octubre.
Según contó el periodista en redes sociales, las autoridades represivas lo internaron primeramente solo en una celda, pero a los pocos minutos entraron dos hombres de unos 30 años.
"Al momento comenzaron a ofenderme por mi orientación sexual, me decían que mi cara les era conocida de algún sitio; hasta que uno de ellos, el más fuerte, me preguntó que si yo era el pajarito de las redes sociales, la damita que vivía en San Isidro. Al ver que yo no les contestaba comenzó lo que hasta este entonces sería para mí, el capítulo mas espantoso de mi vida", explicó el reportero independiente.
Uno de los hombres le aguantó los brazos y lo pegó contra la pared, mientras el otro intentaba tocarle los glúteos, al tiempo que le decían en el oído que "ellos sabían como tratar a las princesas".
"...no puedo ni podré olvidar el aliento de uno tratando de con su lengua tocar mi cuello. No atiné a nada solo a gritar, apenas me salía la voz entre los sollozos y al escuchar los gritos llegaron dos policías y me sacaron de ahí, uno de ellos sonriendo. Todo era muy turbio, oscuro, como preparado", añadió Valdés Cocho.
Posteriormente, cuando quiso realizar la denuncia por el claro intento de violación, el oficial de carpeta de la estación policial se negó.
"Una oficial que se encontraba al lado le decía al de la Seguridad (del Estado) que no me hiciera caso, que a lo mejor ese era el resultado a una provocación mía", agregó Héctor Luis.
El periodista terminó con una multa de 150 pesos cubanos y una carta de advertencia por supuestamente 'violar dispositivos de seguridad'.
Este 27 de junio, el colaborador de la revista fue detenido cuando se dirigía a las afueras de Villa Marista, para cubrir una protesta en favor del artista Hamlet Lavastida, recluido allí desde el sábado anterior.
A pocos pasos de su vivienda, fue arrestado por un joven vestido de civil, aparentemente de la policía política, y dos oficiales uniformados.
Lo montaron en la patrulla policial número 966 y de ahí lo trasladaron para la unidad de Aguilera.