*Por Héctor Luis Valdés Cocho
Una nueva denuncia sobre las pésimas condiciones higiénico-sanitarias de los centros de salud cubanos llega a nuestra redacción, mientras el régimen de La Habana se precia en ofrecer al pueblo un servicio de salud gratuito, cuya supuesta buena calidad compara a menudo con otros países del orbe.
La denuncia la hace una pareja homosexual, uno de cuyos integrantes se encuentra ingresado en el hospital Manuel Fajardo, ubicado en el Vedado capitalino. Según ellos, en el servicio donde se encuentra el paciente hace más de quince días están siendo recibidos personas con problemas y secuelas post Covid-19, aunque también la sala recibe casos de extrema urgencia, remitidos por Medicina General.
Como se puede apreciar en imágenes que hicieron llegar a ADN Cuba, la situación de higiene en dicho servicio es pésima o, como refiere la pareja, “bastante mala”.
“El personal de limpieza, escaso, por cierto, hace un mal trabajo. El servicio sanitario es un asco, la ducha está tupida y, por ende, al bañarse se acumula el agua a riesgo de que algún paciente o acompañante sufra un accidente por alguna caída”, refiere uno de los miembros de la pareja, identificado en Facebook como Polifemo Art.
“La atención por parte del personal es mediocre al punto de encontrarnos con enfermeros que no sabían canalizar una vena, generándoles flebitis a los pacientes”, agrega en la denuncia.
Sobre la comida, el informante alega que “la destinada a los pacientes es peor que la de los animales”. “A un enfermo con dieta reforzada le dan un picadillo en el que en ocasiones me he encontrado hasta gusanos”, explica.
Presunta negligencia. Una crisis total
Por si no bastara con las malas condiciones materiales de la sala en la que está ingresado, la fuente comenta además que el personal de salud no es idóneo para ejercer.
Según narra, hace pocos días, en el mismo cubículo donde se encuentra ingresado, había un señor de 95 años al que, como consecuencia de la deshidratación derivada de una mala atención del personal de la sala, los médicos determinaron practicarle una subclavia.
En el medio del proceso el anciano falleció, víctima de un paro respiratorio, detalla Polifemo Art, que ha expuesto públicamente la precariedad del sistema de salud cubano en varias ocasiones.
Además de criticar la falta de medicamentos en la isla, el 23 de marzo hizo una contundente denuncia en sus redes sociales:
No sé cómo aún no me he muerto del asco en este país. No hay medicinas, ni siquiera una sin… inyección para un dolor que te tiene días sin dormir. La gente tomando pastillas vencidas. La gente con hambre. La gente triste. La gente muerta.
Mi patria es el odio visceral que le tengo a cada ser humano que pone su granito de arena para que nada cambie. Y no quieren que uno hable de toda la mier… que tenemos que tragar todos los días en esta isla maldita.
La viejita que no come nada más que huevo, el niño que no tiene leche, la madre que hace una cola de horas, el padre que tiene que escuchar a su hijo decirle ‘tengo hambre’ y no tiene otra cosa que darle que no sea un pedazo de pan asqueroso... Quizás ellos no les dicen nada, no se cagan en ustedes porque el hambre y el dolor es la anestesia definitiva, pero a mí sí hay que callarme aquí, en una esquina, DONDE SEA.
Tengo, como todos, normalizada la miseria, pero es en estos momentos tan negros cuando veo que no importa que trabaje, que haya estudiado. Mi novio, la persona que más amo en este mundo, está pasando un dolor horrible y NO PASA NADA.
VÁYANSE YA, ACABEN DE MORIRSE Y QUE VENGA EL CAOS QUE SEA, EL ORDEN LLEGARÁ, PERO JAMAS LO HARÁ CON USTEDES AQUÍ, BURLÁNDOSE EN LA CARA DE TODOS NOSOTROS.
Así describió el joven en ese entonces la decadente crisis de medicamentos y de productos de primera necesidad que azota a la isla, fundada en gran medida en la incapacidad de sus gobernantes.