El régimen sigue aplicando multas a los habaneros y estos se niegan a pagarlas. En La Habana hasta el pasado 13 de abril se registraban unas 3656 denuncias por impago de multa.
Estas multas han sido aplicadas por el decreto 14/20 que sanciona a quienes incumplen las medidas para frenar la propagación del coronavirus.
Según datos arrojados por el periódico oficialista Tribuna de La Habana unas 1222 denuncias pertenecen a los penalizados en diciembre del 2020 y los municipios de mayor incidencia son Cerro, Diez de Octubre, Plaza de la Revolución, Marianao y La Habana Vieja.
El procedimiento que aplican en estos casos es el siguiente: “si en un plazo de 30 días naturales, a partir de que se impuso la penalización pecunaria, el infractor no la ha honrado, se le duplica su monto, y al transcurrir otro mes , la oficina de multas municipal lo denunciará ante la unidad de la policía correspondiente, que será la encargada de presentar un expediente ante el tribunal municipal popular”, dijo a Tribuna el coordinador de Control y Fiscalización del Gobierno de La Habana, Orestes Llanes Mestres.
Solo en marzo se desarrollaron en La Habana unos 150 juicios cuyas penas fueron “internamiento, reclusión domiciliaria o libertad bajo restricción de movimientos”.
Por concepto del decreto antes mencionado se aplicaron un total de 57 mil sanciones y en febrero los afectados debían al régimen unos siete millones de pesos.
Cuba, el país de las multas
El impago de multas de alta cuantía es un problema que arrastran muchos cubanos. La situación económica del país es tan grave, que piden hacerlo a plazos, para no quedarse sin dinero.
En Guantánamo, municipio cabecera de esa provincia, el año 2020 cerró en el municipio cabecera con 10 525 multas pendientes por cobrar con la condición de apremio, es decir, duplicadas y pasados los 60 días de su aplicación, según estadísticas de la Oficina de Control y Cobro de Multas (OCCM) en el territorio.
La repetición de este mal de forma periódica ha generado decenas de millones de pesos dejados de ingresar al presupuesto en la provincia, agrega el medio estatal Venceremos.
Uno puede hallar ahora mismo colas de personas naturales y jurídicas para cumplir la sanción. Lo cierto es que el impago de multas es un mal que se arrastra en el tiempo, marcando una ruta en que se enquista la mala huella de la impunidad.
“Estoy aquí por tercera vez para negociar pagar a plazos una multa de alta cuantía que me pusieron”, comentó Jorge, un trabajador, con tal de buscar una forma de mantener a flote su economía tanto como cumplir con las sanciones.
Al menos en Guantánamo, las solicitudes de pago a plazos se dispararon a partir de la entrada en vigor, desde fines de febrero último, de nuevas disposiciones jurídicas de infracciones en el enfrentamiento a la pandemia y alteraciones de precios y tarifas, castigadas con hasta 15 000 pesos.