La selección de Cuba tendrá su debut el 24 de marzo contra Guatemala y llegará muy golpeado como de costumbre y con cero ritmos de juego en la mayoría de sus jugadores. Así lo contó Luis Paradela, futbolista del conjunto caribeño y del Santos de Guápiles de Costa Rica a la cadena deportiva ESPN.
“Es un partido importantísimo que va a marcar la eliminatoria, pasa uno por grupo y es cuestión de ganar y ganar, no hay de otra. Cuba es una incógnita, nosotros no nos conocemos como grupo, nunca hemos jugado juntos por el tema de la pandemia, no hemos jugado partidos amistosos. Pensemos que eso sea el inicio de una época linda para el fútbol cubano”, declaró el jugador en una entrevista con ESPN.
“Nuestra selección será una incógnita. La Liga no se ha jugado, pero los muchachos se mantienen activos en una burbuja y vamos a completar con los jugadores que están en las ligas extranjeras”, dijo Paradela al medio.
Todavía no se ha confirmado del todo a que deportistas terminará llamando el país caribeño para el partido ante Guatemala, solo se conoce que el centrocampista Arichel Hernández se incorporó a los entrenamientos previos.
Cuba siempre se ha opuesto a la convocatoria de legionarios, pero en esta ocasión no tenían otra posibilidad, ya que, la liga cubana no ve actividad hace un año. Además, muchos futbolistas han renunciado a representar al combinado nacional. Pero al régimen el poco prestigio internacional del fútbol cubano realmente le da igual.
“La idea de nosotros es avanzar lo más que se pueda en la eliminatoria y clasificar a un Mundial, que es nuestro sueño. Nosotros como selección mayor queremos un Mundial y creemos que está es la oportunidad. Este es el presente y hay que pelear por clasificar”, terminó diciendo el delantero, extremo o mediocampista ofensivo, según lo quiera utilizar el esquema del DT de turno.
En enero de este año Luis Javier Paradela, llegó al fútbol de Costa Rica para unirse a las filas de Santos de Guápiles. El club guapileño de la Liga Promérica, máxima categoría del fútbol en la nación centroamericana, se hizo de los servicios del matancero tras pagar la cláusula de recisión de su contrato con el Club Deportivo Chalatenango (El Salvador), equivalente al salario de un mes.
