Debido a desfavorable situación que presenta La Habana ante el tercer rebrote del nuevo coronavirus, el régimen recurre una vez más a la desinfección con cloro de calles y avenidas.
En esta ocasión le tocó al municipio capitalino de Diez de Octubre, por donde pasean camiones cisternas del ejército esparciendo la solución clorada, con el objetivo de disminuir el impacto del virus en esa localidad.
Al respecto el periódico oficialista Tribuna de La Habana, publicó este 7 de marzo un artículo en su versión digital, donde afirma que estas labores forman parte de las medidas necesarias para reducir la propagación de la pandemia en el territorio.
Refiere el texto que además de calles y aceras, las fachadas también están siendo fumigadas "desde este 6 de marzo en los consejos populares del municipio Diez de Octubre que acumulan mayor concentración de controles de focos del nuevo coronavirus".
Cuenta de ello da Yadzia Limonta, directora de Salud Pública en la localidad habanera, quien en conversación con la emisora estatal Radio COCO, informó que "estas acciones son imprescindibles para cortar la cadena de propagación de la COVID-19".
Respecto a los horarios en que es acometida la desinfección, Limonta señaló que "se realizan en la tarde y noche cuando existe menor tránsito de personas y vehículos en las arterias del territorio".
Asimismo, resaltó que para poder desarrollar esta terea, "mediante la comunicación sistemática con los pobladores se les informa que el objetivo de esta acción es eliminar el virus, por ello el horario permite que la sustancia clorada esté más tiempo trabajando sobre las superficies a desinfectar".
Destacó además, "que se higienizan las calles, así como debe desinfectarse cada objeto en el hogar, de manera permanente".
Recordemos que el tercer rebrote de COVID-19 en Cuba obligó a retroceder de fase epidemiológica a varias provincias y municipios, y ante esta situación el régimen optó por responsabilizar en primer lugar a los ciudadanos que han viajado y regresado del exterior desde mediados de noviembre, cuando decidió reabrir sus aeropuertos internacionales, y de manera general situó la responsabilidad del incremento de casos en la ciudadanía, aunque para la opinión pública son las colas y las aglomeraciones para tratar de comprar algo en un país signado por la escasez las potenciales causas de que no mengüen los contagios al ritmo deseado.
Ante esto el régimen no ha tenido más opción que retomar algunas medidas aplicadas en los primeros meses de la llegada del virus al país, y una de ellas es la desinfección con cloro de calles y avenidas.