La Habana continúa siendo el epicentro del rebrote de COVID-19 en el país y hay importantes centros comerciales e instituciones estatales afectadas por la pandemia, mientras los centros de aislamiento no dan abasto para acoger a los contactos de casos confirmados.
Residentes en la urbe dijeron a Radio Televisión Martí que el gobierno no tiene recursos para garantizar la alimentación diaria de las personas que mantiene aisladas en sus casas.
En Arroyo Naranjo, el periodista independiente Vladimir Turró informa que la directora del policlínico de su zona dio positivo, y agrega que ha recibido varias denuncias de familias que han estado aisladas en Centro Habana y nadie se apareció con alimentos.
“Creo que es totalmente imposible mantener a una persona en su casa encerrada, sin poder adquirir alimentos. El estado no te va a traer la comida hasta tu casa, por tanto, la situación estará más crítica de lo que se encuentra en estos momentos”, aseguró.
El sociólogo Ángel Marcelo Rodríguez Pita comenta que es una situación límite lo que está enfrentando la sociedad cubana con la pandemia.
“El cierre de los centros comerciales limita aún más el acceso a los alimentos y otros productos necesarios, y a esto hay que sumarle el colapso de la infraestructura sanitaria. El gobierno cubano no tiene capacidad ahora mismo para poder hacer frente a la situación con el COVID-19”, dijo el sociólogo.
La Habana Vieja tiene varias barriadas que están aisladas y las diferentes instituciones no garantizan nada a la población.
“El gobierno no tiene como sostener esto que está pasando, nos vamos a morir de hambre aquí adentro. Hay una preocupación muy grande en la población porque nosotros sabemos que el estado no sustenta nada”, argumentó la activista.
Pedro Luis García reside en el municipio Plaza de la Revolución y reporta que allí el desabastecimiento es total.
“El pueblo no tiene alimentación, esto es una aldea taína. Aquí no hay comida, es una hambruna total, y las tiendas están completamente vacías. Quieren hidratar al pueblo solamente con agua”, señaló el cuentapropista.
Rebeca Monzó, también cuentapropista y bloguera, apunta que en Nuevo Vedado se forman colas de cientos de personas y la empresa de comunales no limpia ni desinfecta las calles, ni los establecimientos donde se aglomera el pueblo buscando comida.
“Aquí las personas, que la mayoría son viejos, tienen que salir y dispararse tremendas colas para comprar algo para comer. Muchas tiendas están cerradas, porque están vacías”, advirtió.
Y en Marianao, el también comunicador, Enrique Díaz, concluye que el gobierno no tiene capacidad para alimentar con regularidad en sus hogares a las personas aisladas.
“No hay comida en los establecimientos, y encima de eso el estado pretende que las personas aisladas en sus casas no salgan a buscar alimentos. Ni remotamente me puedo imaginar cómo el gobierno va a resolver esto de la alimentación en medio de la pandemia”, dijo.
Ante el agotamiento de la capacidad en los centros de aislamiento, en La Habana, el viceprimer ministro Roberto Morales Ojeda dijo que las autoridades de Salud Pública “revisan modos de hacer, en lo relacionado con el tratamiento que se debe dar en el territorio a los contactos que no vayan a centros de aislamiento”.