El régimen continúa ampliando sus ofertas para la venta en moneda libremente convertible (MLC), a pesar de que en el país no circula ningún tipo de divisa, lo que acentúa la desigualdad entre los cubanos.
Un ejemplo de esto son las diez sucursales de la empresa MCV Servicios S.A., las cuales ya comercializan mercancías y servicios en MLC a personas naturales, según explicó Milton Manuel Marqués, Gerente Comercial de la entidad, en conversación con la estatal revista Bohemia.
"Ofertamos en toda nuestra red de talleres los servicios de mecánica, chapistería y pintura, electricidad, clima y de mantenimientos. Solo en la sucursal del Cerro no se ofrecen los servicios de chapistería y pintura", refirió Manuel Marqués.
Tengamos en cuenta que MCV Comercial S.A. es una empresa mixta fundada en 1995. Distribuidora en Cuba de Daimler AG para su marca Mercedes Benz y de los productos de la marca MTU Friedrichshafen. Asimismo comercializa productos de la marca japonesa Mitsubishi FUSO, la china FOTON y la brasileña RANDON.
El directivo agregó que "la otra parte del objetivo es la venta en las tiendas de piezas y accesorios y lubricantes, de las marcas que representa MCV Comercial S.A., que es nuestro concedente".
De igual manera precisó que hasta ahora la empresa sólo vende en MLC las piezas y los lubricantes que requieran los clientes, porque "la mano de obra es 100% en moneda nacional. Si un cliente compra neumáticos o la batería, nuestros talleres tienen la infraestructura creada para su montaje y nuestro propósito es potenciar eso".
Añadió que las personas que además de comprar deseen recibir los servicios en las instalaciones de MCV Servicios S.A, "la compra posee un descuento de un 5% del valor de la pieza o productos".
Por último destacó que "todos los productos y servicios que son comercializados en nuestra Red de Talleres y Tiendas cuentan con la garantía comercial respaldada por nuestro concedente, en el caso de los productos que intervienen en las prestaciones de servicios cuentan con una cobertura mayor".
La crisis económica por la que atraviesa el castrismo desde hace más de dos años ha llevado a la administración de Miguel Díaz-Canel a imponer una serie de medidas económicas completamente opuestas a los preceptos del sistema, lo que ha hecho que muy variadas voces lo señalen como un Apartheid económico.