Iglesias evangélicas cubanas apelan a las redes sociales con el propósito de llamar la atención sobre la escasez de medicinas para los diabéticos y criticar a las autoridades por el desinterés ante los reclamos de la población.
El pastor Yoel Demetrio, de Las Tunas, dijo a Radio Televisión Martí que tanto él como los líderes religiosos de las comunidades cristianas están muy preocupados porque a la falta de medicamentos se suma la de insulina que es vital para los diabéticos.
Dijo que esa situación viene ocurriendo en todo el país desde hace dos meses, y por eso las comunidades cristianas comenzaron a comunicarse entre ellos para poder ayudar en caso de que en otras provincias hubiera.
En su caso aseguró que ya llamó a las farmacias de su provincia y en todas dan la misma respuesta, “que no hay insulina, que está en falta y que las poquitas que entraron ya las repartieron”.
“Las vidas de los enfermos están en peligro”, denunció.
Desde finales del verano pasado las autoridades del Ministerio de Salud Pública de Cuba reconocieron un importante faltante de al menos 47 fármacos básicos para enfermos crónicos.
En diciembre pasado médicos, pacientes y familiares que residen en Cuba, alertaron que estaba tocando fondo la escasez de medicinas en farmacias y hospitales.
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“Es una situación muy grave y el gobierno no ha dado respuesta, ni ha buscado soluciones para que la insulina llegue a los necesitados”, recalcó el religioso que considera de “infrahumano” lo que está ocurriendo en la isla.
Mientras el régimen castrista asegura trabajar en tres “candidatos vacunales” contra la COVID-19, una aventura científica para la que se requiere de alta tecnología y especialización, en la isla faltan las medicinas más básicas. La escasez afecta a todas las clases sociales, en todas las provincias del país.
Incluso la dolarización en Cuba, con “ordenamiento” incluido, está marginando a los habitantes de la isla de la posibilidad de adquirir medicamentos que necesitan para padecimientos y afecciones comunes, como puede ser una infección en la garganta, según se desprende de la denuncia hecha en redes sociales por el cineasta cubano Alejandro Gutiérrez.
“Lo que empezó como una gripe viral alérgica hace unos días se convirtió en una infección severa en la garganta. Ayer el doctor me mandó a tomar la amoxicilina y no la encontramos en ninguna de las farmacias de la ciudad a las que llamamos”, inició su relato en Facebook Gutiérrez.
“Dimos con ella en la farmacia del Cira García [clínica internacional en La Habana]. El tema es que, para poderla comprar, además de la receta que por supuesto tenía, ¡tienes que pagar con tarjeta Visa o MasterCard! La tarjeta de MLC cubana no la aceptan. Gracias a un familiar la he podido empezar a tomar”, agregó, al tiempo que cuestionó: “¿adónde hemos ido a parar en este "ordenamiento"?”
La amoxicilina adquirida por Gutiérrez en una clínica que sólo vende en moneda extranjera, y a poseedores de tarjetas que no se expiden en Cuba, es de producción nacional, por lo que lo vivido por él no tiene lógica comercial alguna. Sólo confirma que, amén de la escasez y la crisis que atraviesa la isla, reflejada en el desabasto de medicamentos y otros muchos fenómenos, el régimen está desesperado a la caza de dólares y cualquier “moneda dura” que le permita capear el temporal y mantenerse a flote.
(Con información de Radio Televisión Martí)