Aunque el oficialismo no reconoce la pobreza que hay en Cuba, los recientes datos, por ejemplo, del consumo eléctrico, muestran esta dura realidad.
Según explicó en Twitter el economista cubano, Pedro Monreal, los números desagregados de la electricidad hablan de la precariedad del consumo en el 55,5% del total de clientes totales.
"La precariedad del primer tramo -con 22,5% de los “clientes”- pudiera ser tomada como un indiscutible “marcador” de pobreza: el consumo eléctrico equivale a un equipo doméstico indispensable en las condiciones de Cuba, como es el refrigerador, y a 5 lámparas de 20 watts. El segundo tramo que abarca el 15,4% de los “clientes” también encajaría en un nítido perfil de pobreza en un país con un alto nivel de electrificación: dos electrodomésticos muy básicos (1 refrigerador y 1 TV), más 5 lámparas de 20 watts. La diferencia es mínima para el tercer “tramo”, que es el segundo más amplio con 17,6% de los “clientes”, pues la escasez de consumo eléctrico igualmente pudiera asociarse a una situación de pobreza: apenas 3 electrodomésticos básicos y 9 lámparas de 20 watts", explicó.
De acuerdo con el catedrático, "la pobreza no se menciona en la conversación sobre el ordenamiento. No parece haber línea oficial de pobreza ni se conoce el % de la población que estaría por debajo de tal línea".
A partir del 1 de enero comenzará la reunificación monetaria y cambiaria, por lo que dejará de circular el CUC, una de las medidas económicas más esperadas por los cubanos.
La alta jefatura del régimen subrayó que el cambio único será de 24 pesos cubanos por dólar y que darán más información sobre los pasos a seguir a partir de ahora.
Díaz-Canel recordó que la unificación monetaria no resolverá los graves problemas de Cuba, pero aseguró que es un "primer paso indispensable" en el logro del "desarrollo continuo" que la Revolución promete a los cubanos.
La llegada de la unificación monetaria ha provocado que cientos de cubanos acudieran a los bancos y casas de cambio para deshacerse de los CUC, que se devaluaron frente al dólar en el mercado informal.
La electricidad en Cuba es proveída totalmente por el Estado a precios que define como subsidiados y a partir de enero, con el inicio del “ordenamiento”, estos aumentarán en más de cuatro veces para el sector residencial.
La tarifa actual establece un costo de nueve centavos para los primeros 100 kilowatts por hora (kWh) de consumo, 30 centavos para los siguientes 50, 40 para el tramo de 151 a 200, 60 para el de 201 a 250, 80 para el de 251 a 300 kWh, y así va aumentando progresivamente hasta establecer el pago de cinco pesos cubanos por cada kWh que rebase la cantidad de 5000.
En cambio, la tarifa que se hará vigente a partir de enero, por acuerdo del Consejo de Ministros hecho público este 10 de diciembre en la Gaceta Oficial de la República, establece un costo de 40 centavos para los primeros 100 kWh de consumo en los hogares de la isla.
Los siguientes 50 kWh tendrán un costo de 1,30 pesos, mientras que los del tramo de 151 a 200 valdrán 1,75 y tres pesos los ubicados entre 201 y 250. Así, respecto a la tarifa precedente, todos los tramos incrementan su costo en poco más de cuatro veces.