El economista cubano, Pedro Monreal, señaló en sus redes sociales que las nuevas medidas anunciadas por el régimen de la isla para 2021 parecen ser variantes de "corralito" financiero y de "cepo" cambiario.
Precisamente este lunes, la presidenta del Banco Central de Cuba (BCC), Marta Wilson González, explicó la creación de un Certificado de Depósito en EUR o USD para las personas que decidan traspasar desde sus saldos actuales en CUC.
Para ello, la tasa de interés será del 0,15% anual y no pueden recibir depósitos ni realizar transferencias hacia otros productos bancarios.
De acuerdo con el oficialismo, el certificado de depósito es un producto que utilizan los bancos como forma de ahorro que respalda que las personas tienen un depósito en los bancos y que es de su propiedad.
Monreal explicó en su Twitter el significado de esta medida.
"La opción de cambiar los fondos de cuentas en CUC a certificados de depósitos en divisas (la alternativa sería aceptar los fondos en CUP), es una modalidad de corralito: limitación gubernamental a la libertad para disponer de fondos depositados en entidades financieras", dijo el académico.
En la práctica, a los usuarios se les limita su capacidad para mover su dinero en la moneda de su elección. "Es una forma de impago temporal", añadió.
"La imposibilidad -hasta nuevo aviso- de comprar divisas con CUP en bancos y CADECA es una modalidad de cepo cambiario, algo que en general se asocia con las restricciones a la compra de divisas. De hecho, es una especie de super-cepo pues la restricción es absoluta", concluyó.
La resolución 177 del Banco Central de Cuba (BCC), una de las siete de esa instancia publicadas en la Gaceta Oficial Extraordinaria número 73, establece que las cuentas de ahorro en CUC, depósitos a plazos fijos y certificados de depósitos de las personas naturales se mantienen en esa moneda por un período de hasta 180 días a partir del 1 de enero y durante ese plazo sus titulares "pueden decidir si convierten su saldo, total o parcialmente, a CUP -a la tasa de cambio de 24 x 1-, a dólares estadounidenses o euros".
Una política de este tipo ya fue implementada en Argentina entre 2001 y 2002, por el presidente, Fernando de la Rúa, lo que muchos consideraron como "neoliberal".
El objetivo que se perseguía con estas restricciones era evitar la salida de dinero del sistema bancario.
Dicha iniciativa desencadenó en el país sudamericano la llamada "crisis de 2001", donde tuvo que renunciar el propio presidente, y el ministro de Economía, Domingo Cavallo.