Con el presidente de Estados Unidos Donald Trump pidiendo reconteo de votos en algunos estados, y alegando que hubo un supuesto “fraude”, su administración no ha empezado a ayudar al ganador según las proyecciones de medios, el demócrata Joe Biden, en las instancias previas a la toma de control del gobierno.
En circunstancias normales, una agencia gubernamental en Washington, la Administración de Servicios Generales (GSA, por sus siglas en inglés), tendría la responsabilidad de reconocer a Biden como nuevo presidente electo y empezar la transferencia del poder, oficialmente prevista para la juramentación del cargo el próximo 20 de enero.
La agencia debería asignar espacios de oficinas al equipo de transición del nuevo presidente en todo el gobierno y ayudar con otras tareas necesarias. Pero la administradora de la GSA nombrada por Trump, Emily Murphy, no ha empezado dicho proceso.
Un portavoz de la GSA dijo que la agencia no empezaría el proceso de transición hasta que el proyectado triunfo de Biden sea legalmente certificado, pero no está claro cuándo ocurrirá eso, pues el conteo de votos continúa en una buena parte del país.
El resultado de las elecciones aún es incierto en un puñado de estados, pero los principales medios de comunicación ya anunciaron a Biden como ganador.
Donald Trump se ha negado a reconocerlo y su equipo de campaña ha presentado numerosas demandas alegando que las irregularidades en la votación del martes, y en los días siguientes de conteo de votos, le habrían costado la elección.
El presidente espera que las demandas le ayuden a revertir la proyectada mayoría ganada por Biden en el voto del Colegio Electoral, el cual determinará la presidencia de Estados Unidos, y no el voto popular, aunque Biden también aparece arriba en ese conteo.
Biden y su candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris, están procediendo a trabajar en sus planes de transición, reuniéndose inicialmente con expertos en salud para hablar sobre cómo reducir el avance de la pandemia del coronavirus, que, según datos de la Universidad Johns Hopkins, ha provocado ya unos 237 mil muertes en EE.UU e infectado a casi diez millones.
Asimismo, el equipo de campaña de Biden está buscando la cooperación de funcionarios de Trump para la transición.
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Una vez se declara al aparente ganador de una elección presidencial, la administración de la GSA provee sistemas de computadoras y dinero para salarios y otros apoyos necesarios, en la construcción de un nuevo gobierno, para lo cual tiene asignada unos 9,9 millones de dólares este año.
Los nuevos funcionarios podrían obtener direcciones de correo electrónico y espacio de oficinas en cada agencia federal. Además, pueden empezar a llenar documentos de transparencia financiera y posibles conflictos de intereses, antes de asumir sus cargos.
William Barr, Fiscal General de Estados Unidos, envió un memorando a los fiscales federales del país en la noche del lunes 9 de noviembre, en el que los autoriza a investigar evidencias creíbles de fraude en las elecciones presidenciales entre el mandatario Donald Trump y el candidato demócrata Joe Biden.
“Dado que la votación en nuestras actuales elecciones ha concluido, los autorizo a seguir la pista de las acusaciones sustanciales de irregularidades en la votación y en la tabulación de los votos antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones, en ciertos casos, como yo ya lo he hecho en instancias específicas”, dijo Barr en el memorando, citado por The Washington Times.
El Fiscal General subrayó que tales investigaciones “pueden llevarse a cabo si existen alegaciones claras y aparentemente creíbles de irregularidades que, de ser ciertas, podrían potencialmente afectar el resultado de una elección federal en un estado individual”.
(Con información de Radio Televisión Martí)