Tras largo y escamado silencio, aparecen las primeras declaraciones del castrismo sobre las elecciones de Estados Unidos en la voz de sus adláteres, esa gente que sirve lo mismo para hablar del transporte que de geopolítica.
Esta vez fue el periódico Granma, gramófono del Partido Comunista, el que perpetró un texto titulado “La apuesta de Sócrates y un performance de elecciones”, donde Antonio Rodríguez Salvador duda de que los comicios hayan sido verdaderos y libres y sostiene que Trump y Biden son “la misma cosa”.
“Allí le llaman democracia a la puja entre dos señores que representan el mismo interés ideológico y económico, seleccionados por una élite que apuesta con mucho dinero a ambos bandos, y que entiende por debate una suerte de show donde abundan las mentiras y los insultos personales”, asegura Rodríguez.
Sostiene que ambos son “los candidatos de la oligarquía” y que no hay nada más parecido a un demócrata que un republicano, viejo tópico del castrismo. Pero si algo en lo que todos están de acuerdo en EEUU es que a los dos partidos los separan muchas actitudes y posturas ideológicas como para afirmar lo dicho por el periodista.
Según expresó, la “desinformación” a la que son sometidos los electores por la “maquinaria mediática” de los bandos contendientes, recuerda a la Alemania nazi, así como la forma en que se expresan los seguidores de uno y otro bando en redes sociales.
A juicio del articulista, la campaña electoral es una farsa, “pero hábilmente se crea una rivalidad, a partir de cultivar ciertos odios entre un bando y otro, de modo que la exacerbación emotiva enmascare los verdaderos problemas que sufre esa sociedad; esencia de un sistema que ambos contendientes están de acuerdo en mantener”.
El conteo de los votos electorales no ha terminado aún, por lo que se desconoce el vencedor entre el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump. Aunque faltan varios estados por confirmar, Biden aventaja al actual inquilino de la Casa Blanca con 264 votos de los 270 necesarios para obtener el puesto.
La polarización se ha hecho sentir fuertemente en estos comicios, con insultos e invectivas entre partidarios rojos y azules. Por otra parte, ha tenido un efecto positivo: más de 140 millones de estadounidenses votaron para elegir a su presidente, la asistencia a urnas más grande en la historia de ese país.
Hasta ahora, la prensa castrista se había mantenido al margen, sin embargo, comienzan a aparecer las primeras declaraciones suyas entorno a este acontecimiento que atrae la atención de todo el mundo.