En la Empresa Cárnica Necar de la provincia de Cienfuegos, agentes de la policía del régimen detectaron “hechos delictivos” relacionados con la “sustracción de carne de primera”. De acuerdo a la prensa oficialista, esta entidad es “única de su tipo en el territorio y sus producciones aportan al balance nacional”.
Según un reporte emitido por el noticiero de la televisión estatal, fueron detenidos “varios trabajadores y ciudadanos en el interior de la entidad intentando robar más de 380 kilos de carne de primera para su venta en el mercado informal”.
Una oficial del Ministerio del Interior (MININT) precisó que se arrestaron “5 acusados en total, 3 trabajadores (Puesto de mando, estibador y jefe de turno de seguridad y protección) y 2 personas que no pertenecen a la entidad”.
Durante el momento de la detención uno de los ciudadanos “llevaba un gran suma de dinero y llaves metálicas, una accedía al área de moneda en divisa”. “En el local del jefe de turno se ocuparon varias bolsas medianas con carne y fue neutralizado cuando ocultaba 413 pesos en un vehículo de carga”, describió la vocera del régimen.
En el reporte televisivo se señaló también que la carne era ocultada en diferentes lugares de la empresa, algunos sin la higiene necesaria (alcantarillas, tanques de tasas de baño, taquillas…) para luego ser sustraída con la complicidad de varios trabajadores y personal externo.
La periodista oficialista, mencionó además que “se comprobó que la carne robada era de lomos, piernas y paletas, que se emplean en la confección de picadillos y embutidos destinados a la canasta básica familiar y otras instituciones como hospitales, escuelas y círculos infantiles. Este actuar delictivo afectaba la calidad de las producciones”.
“Los trabajadores sustituían la carne de primera con que se realizaba el picadillo por otras materias primas que quedaban en excedente”, acotaron.
Según estos “argumentos”, durante décadas babrían robado la "carne de primera" para elaborar el picadillo y los embutidos en toda Cuba, porque estos productos han sido siempre de pésima calidad. El recurso de justificar las “afectaciones” de los alimentos en centros médicos y docentes, solo escurren las culpas reales del régimen ante su ineficiente gestión.
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En medio de la pandemia del coronavirus, funcionarios del régimen afirmaron por el programa de propaganda Mesa Redonda, que es capaz de aumentar la producción de alimentos fundamentales como el arroz y la carne de cerdo.
Los informes de estos sectores en la isla son los mismos desde hace décadas: llenos de espejismos de “sobrecumplimientos”. Sin embargo, pese a los disimulos y excesos de positivismo, es difícil maquillar la compleja situación que vive el país.
En relación con la producción de carne de cerdo, desde enero hasta mediados de junio se dejaron de entregar a la industria cárnica más de 11 mil 528 toneladas, mientras que el Estado debe a los productores independientes unas 76 mil 778 toneladas de alimentos, como parte del contrato realizado.
En una espiral de planes y promesas, el pueblo sigue sin acceder a los alimentos básicos, a pesar de que la televisión nacional predominen, con total desfachatez, los titulares de sobrecumplimientos y decomisos.