La temporada de angula, el diminuto alevín, llegó para los pescadores de Guantánamo, especialmente en la desembocadura del Duaba, de acuerdo con un reporte del oficialista periódico local Venceremos.
En la nota del diario, entre largas cadenas de adjetivos e información poco trascendente se lee que la captura de esta especie es bien remunerada, pero muy dura. Se realiza, sin embargo, para obtener millones (kilogramos).
Quienes desempeñan esta labor emplean los llamados “milicianos”, que son artificios compuestos por “aletones” (redes) que se extienden desde la orilla al cauce fluvial, "bien ancladas al fondo y formando un embudo, para obligar a las angulas a entrar al matador, un cilindro de finísima malla donde termina el larguísimo viaje".
Lo interesante de la especie es que da un exquisito plato, reconocido por el arte culinario internacional. Sin embargo, los 419 649 kilogramos de angulas capturados este año en Cuba no irán a los platos nacionales, sino que viajarán al exterior.
“Este año, hasta mediado de octubre -refiere-, se capturaron 419 649 kilogramos de angulas, que representan el 80 por ciento del plan, de los cuales fueron comercializados 407,25 a través de Caribex, entidad exportadora de los productos pesqueros de Cuba, y ello reportó ingresos para Baramar por valor de un millón 431 201 CUP”, detalla Venceremos.
Asimismo, pescadores entrevistados por el medio local indican: “Este mes hemos entregado unos 23 kilos, a mil pesos el kilo (divididos entre los cuatro), pero pensamos cerrar con 80 o 90 kg y eso aumenta considerablemente la ganancia. La tasa de pago es buena -reconoce: si sobrepasamos los 50 kg el precio sube a mil 200 CUP el kilo, y si llegamos a 100, pues la cuenta es a mil 500. Se acumula para cuando viene “el tiempo muerto”, porque no corre el bicho y nos dedicamos a otras tareas".
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Reseña además que en Playa, un barrio aledaño al establecimiento Baramar, se ubica el Centro de Beneficio y empaque de la Angula. Allí 11 trabajadores liderados por la médico veterinario Yamilé Heredia Acuña recepcionan todos los alevines y los mantienen vivos hasta su exportación.
De modo que, refrigerados a temperaturas de 11 a 14 grados centígrados, estos alevines reducen su metabolismo, limpian el tracto digestivo y mantienen su vitalidad. Son factores que, reconoce el medio oficialista, exige el cliente en Canadá, a quien se dirigen estos envíos desde Baracoa.
Asimismo, en el futuro en esta ciudad se prevé ampliar las capturas a los estuarios de Mata y Camarones, como parte de una apuesta por abrir La Primada, mucho más, al mercado internacional. Para sus habitantes, quedará la claria.