Un cubano, veterano de la guerra en Angola, ha comenzado una protesta contra el régimen en su residencia. En carteles colocados al lado de las medallas que obtuvo, escribió: “comunistas, asesinos”.
El usuario identificado en Facebook como Caraballo Jos, realizó una publicación donde indicó: “El conocido cerrajero de la calle Callejas llegando al cementerio, Núñez, ex combatiente de Angola, ha comenzado una protesta dentro de su casa con carteles que hablan por sí solos”.
En una de las imágenes que compartió Caraballo Jos es posible observar el siguiente mensaje: “¿Quién vive con 210 pesos? Abusadores”, aludiendo a la pensión que presuntamente recibiría el excombatiente.
“Angola, Jubilados, 8 dólares”, son algunas de las palabas que se leen en los carteles, ubicados al lado de unas cinco medallas.
Miles de hombres y mujeres que lucharon por la revolución que derivó en dictadura, y creyeron en sus promesas de futuro, hoy, luego de sesenta años de experimento “comunista”, viven en el olvido. Teófilo Gerasio Sánchez Cisneros, vecino de calle Tercera entre 232 y 234, en el poblado habanero de Jaimanitas, también es uno de ellos.
Se unió desde muy joven al combate clandestino contra el régimen de Fulgencio Batista. Fue encarcelado y torturado en los últimos meses de la lucha insurreccional.
El anciano vive con su hija, que padece de esquizofrenia. Las condiciones de habitabilidad de la vivienda son pésimas. Durante años el ex combatiente sobrevivió enrollando motores de lavadoras, pero la escasez de piezas y accesorios lo obligaron a dejar el empleo. Apenas sobrevive con paupérrima pensión que le paga el estado.
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ADN Cuba también publicó este 19 de octubre, que Mario Fernández Boja, residente en el poblado El Cristo, Santiago de Cuba, es un alfabetizador cubano que acudió al llamado de la "Revolución" naciente, en 1960, para enseñar a leer y a escribir a personas en zonas de difícil acceso.
A pesar de su entrega en la Campaña de Alfabetización ha sido abandonado por las autoridades, teniendo que vivir en condiciones precarias, por debajo de la línea de la pobreza.
El hombre de 79 años, fue enviado entonces a El Caney, también en Santiago de Cuba y culminó su misión el 22 de diciembre, actualmente Día del Maestro en la isla. Recibió dos medallas y las gracias.
Su chequera es de 280 pesos cubanos (11 dólares) y afirma que no le alcanza para nada.
Cree que el Estado debería atender más a los alfabetizados que como él atendieron al llamado de la revolución en su momento. Actualmente vive en una precaria situación y se siente abandonado por el gobierno.
"Nunca desde que estoy jubilado me he podido comprar un par de zapatos. Nunca he podido ir a un restaurante. El gobierno no me ha agradecido el esfuerzo que yo hice", confiesó Fernández Boja.
