En el número 310 de la calle Paula, Habana Vieja, a pocos pasos de la histórica casita donde naciera el Héroe Nacional cubano, José Martí, viven otros cubanos en condiciones de insalubridad y hacinamiento.
Un equipo de ADN CUBA visitó el lugar para indagar en las principales preocupaciones de los vecinos.
“Hay núcleos aquí que al principio era un matrimonio y hoy son más de 10 personas”— dice Ángel Kindelán, que vive el edificio desde 1981. Kindelán opina que la instalación fue diseñada como un albergue de habitaciones simples para personas de tránsito, que luego fueron transformadas en viviendas familiares a fuerza de necesidad.
Elda Céspedes Leyva, por ejemplo, cuenta que en su cuarto viven hoy 5 personas: tres adultos y dos niños. En el momento de la entrevista se queja de que “no hay una sola gota de agua, ni para tomar ni para limpiar”.
El sistema hidrosanitario del edifico está completamente deteriorado, y atenta contra la salud de los vecinos.
“Escaleras de madera, ratas, cucarachas, filtraciones cada vez que llueve, pedazos de techos rajados”, así describe el panorama Indira Díaz, una joven que vive allí desde 1990.
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Jacinta Téllez, la presidenta del CDR, ha realizado diferentes gestiones en viviendas para que se involucren, pero hasta ahora sin resultados. “Pregunté qué iban a hacer con el edificio y la respuesta fue: que pidan subsidios, quiere decir que no se va a arreglar”, contó a ADN CUBA.
Junto a la escasez de alimentos y la sospechosa aparición de apagones “no programados”, la falta de viviendas en Cuba es uno de los problemas que más golpea a los habitantes de la isla.
Actualmente existe en el país un déficit de casi un millón de inmuebles, y el gobierno intenta llevar a cabo una estrategia que promete resolver el problema en 10 años.
El presidente Miguel Díaz- Canel ha prometido atender el déficit habitacional de forma inmediata, construyendo una vivienda diaria por municipio.
Sin embargo, se trata de un plan cuestionable, pues según datos oficiales, el 39% de las edificaciones de la Isla están clasificadas en estado constructivo malo o regular, y el deterioro progresivo solo pronostica un aumento de la demanda de la población.
Al cierre del primer semestre de 2019, se habían terminado en Cuba 15 242 viviendas de las 32 899 previstas para el año, según precisa la prensa oficial citando a Vivian Rodríguez Salazar, funcionaria del Ministerio de la Construcción.