El envejecimiento demográfico sin lugar a dudas transforma el panorama social en Cuba. Miles de adultos mayores en Cuba continúan trabajando luego de la jubilación trabajando en "la luchita" como se le conoce popularmente a quehaceres pequeños que de alguna manera ayudan a subsistir a este sector poblacional cubano.
Si bien a los trabajadores en activo, el dinero no les alcanza por los altos precios en todos los aspectos del mercado nacional, qué decir cuando hablamos de los jubilados o pensionados.
Este sector poblacional es el más afectado por la situación económica del pais, teniendo que sobrevivir, en su mayoría, gracias a las remesas familiares.
Según informa el portal web de Cibercuba "En los últimos años ha aumentado exponencialmente el número de ancianos que venden periódicos, alimentos, recogen materia prima o que trabajan en diversos negocios cuentapropistas de familiares o amigos"