El doctor cubano Reinier Sorí Estévez desertó de la “misión médica” en Venezuela, y ha denunciado corrupción, acoso sexual y complicidad para encubrirse entre los dirigentes del negocio castrista en ese país.
Según una nota publicada en la página del canal de televisión estatal cubano CentroVisión Yayabo, en junio de este año, Reinier Sorí Estévez se encontraba haciendo un trabajo excelente en la primera línea de lucha contra la COVID-19 en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) San Rafael del Moján, en el municipio Mara (Zulia). Pero el profesional explotó a finales de este septiembre contra los funcionarios del esquema de esclavitud laboral y escapó.
“Para todos mis amigos estoy bien a resguardo con una familia caraqueña de mi misión anterior que son como mi propia familia y estoy súper bien de salud”, precisó en su perfil de Facebook.
“DESERTÉ, pero no me siento traidor me siento buen cubano que se cansó de tanto descaro y tanta injusticia, tantos maltratos a nuestros colegas médicos, y tantos jefes que siguen aquí [en Venezuela] haciendo de todo impunemente”, afirmó el profesional sanitario. Confesó sentirse “triste por esta decisión que es tan difícil”.
Sobre lo que lo aflige, Sorí Estévez expresó: “mis padres que son mi razón de ser [;] pero pronto los traeré conmigo y olvidaré toda esta mierda que hacen día a día estos apátridas llamados revolucionarios y cuadros de salud”.
En una sucesión post compartidos en días recientes, el doctor Sorí ha acusado a varios integrantes de lo que la dictadura vende como “colaboración desinteresada”, y ha expuesto el acoso, las precariedades, nepotismo, vigilancia y falta de derechos que viven los cubanos enviados a trabajar en esas condiciones.
Lea también
Aseguró que el Dr. Erick Méndez, un médico militar cubano, es el teniente coronel de las fuerzas armadas que dirige la misión en el distrito capital de Caracas. Lo definió como “otro oportunista más de tantos que pretende militarizar la misión como eslabón de la larga cadena interminable de militares disfrazados de médicos”.
Le atribuyó controlar “grandes apartamentos de fuerte Tiuna con varias mujeres” y ser uno “de estos cuadros corruptos, protector de lo mal hecho y defensor de sus secuaces a capa y espada”. Refirió que personas como Méndez “no saben qué es una zona roja o enfrentarse al Covid”, y que son “otra nube oscura para la integridad de nuestros galenos que día a día se esfuerzan para seguir adelante”.
“Basta de mentiras y pisotear a nuestros médicos, a la gente buena, a mucha gente que ha tenido que irse por estas mismas razones”. Dijo en un video en directo, asegurando también que tienen más “pruebas” y que irá contra esos cuadros que maltratan a los médicos que tienen que pelear contra el coronavirus.
Arremetió contra varios dirigentes de la misión médica cubana por tráfico de influencias y corrupción, y compartió capturas de pantallas de mensajes con autoridades con las que intentó sin éxito que abogaran por él, entre ellos un funcionario jurídico que le advierte que “formular una denuncia va a traer complicaciones hacia tu persona”.
Denunció al Dr. Vázquez y otros de la jefatura de la misión en Zulia, por “corruptos y vividores en un estado donde se han muerto unos cuantos cooperantes”.
Una de sus acusaciones más fuertes fue contra el Dr. Alexander Almaguer Leo, de quien refiere es un médico de Las Tunas y coordinador de un CDI. Rabí asegura sobre el funcionario: “intentó abusar por su posición de mi pareja en una arremetida de acoso sexual”.
Sin embargo, Almaguer continúa en el puesto de dirección, aunque habría sido denunciado por la víctima ante “la dirección del estado nada sigue con la bata blanca puesta sabrá Dios de quién es familia o amigo o hijo…”
El doctor Sorí Estévez aseguró que le informó de todo a Marcia Cobas, viceministra cubana de Salud, pero que esta lo mandó “a ver con una psiquiatra”.
Sorí Estévez trabajó en el Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos, de la provincia cubana Sancti Spíritus, y según su perfil de Facebook también participó en el programa Mais Médicos en Brasil.
El último doctor que desertó entre tantos, aseguró que seguiría denunciando –“con todas mis fuerzas”– la corrupción y las presiones del régimen al interior de las “misiones médicas”.