La más reciente jornada del béisbol de Grandes Ligas tuvo como mejor noticia para el grupo de cubanos que participan en la temporada el regreso a los terrenos de Jorge Soler y Guillermo Heredia.
El primero salió de la lista de lesionados —estaba fuera desde el 5 de septiembre— con buen ritmo ofensivo, al conectar su séptimo doble de una campaña que no ha ido según las expectativas para el habanero.
Soler también logró impulsar una carrera (llegó a 23) y ganar una base por bolas, además de poncharse en una ocasión en un total de 3 turnos válidos.
Tras liderar la Liga Americana en jonrones la pasada temporada con 48 batazos de vuelta completa, el slugger cubano ha conectado solo 8 tras 40 partidos y 139 turnos al bate.
En el otro regreso de la jornada, quizás más importante aún por tratarse de la permanencia en MLB de un miembro del grupo de antillanos, lo protagonizó Guillermo Heredia, al debutar como jardinero central y octavo bate de los Mets de Nueva York.
Heredia, quien comenzó la temporada con los Piratas de Pittsburgh antes de ser dejado libre, consumió 2 turnos en los que no consiguió imparables, pero supo ganarse una base por bolas que terminó en una carrera anotada.
El matancero de 29 años demostró así su clase y perseverancia, al lograr colarse en el roster de un cuarto equipo de Ligas Mayores en 5 años desde su llegada al máximo nivel.
Mientras tanto, las buenas actuaciones de José Abreu se han convertido en un hábito y la última jornada no fue la excepción, a pesar de que los Medias Blancas de Chicago cayeron ante el rival divisional Indios de Cleveland (7-4).
Abreu consiguió un solo jit en 4 turnos, cifra que le bastó para impulsar otro par de carreras y consolidarse como líder de ese departamento en las Grandes Ligas con 55.
Con 73 imparables totales —también líder de MLB— el cienfueguero luce ahora frecuencias de .333/.381/.644, en 54 partidos de una campaña inolvidable, tanto para él como para todo el béisbol.
Sin embargo, Abreu se encuentra recibiendo poco apoyo de parte de sus compatriotas de los Medias Blancas, quienes pasan por un mal momento ofensivo.
Solo el receptor Yasmani Grandal, con un doble, una anotada y 3 ponches en 4 turnos, consiguió aportarle al equipo de la Ciudad de los Vientos, pues Yoan Moncada se marchó en blanco en 4 turnos y Luis Robert hizo lo propio en 2, con par de boletos.
El único lanzador cubano presente en la jornada fue Raisel Iglesias, quien salió lanzó dos tercios de inning para los Rojos de Cincinnatti, consiguiendo su primer hold de la temporada.
El de la Isla de la Juventud forzó al único bateador que enfrentó a batear para doble-play y con ello dejó en 3.05 su promedio de carreras limpias.
Esta vez ninguno de los hermanos Gurriel tuvo una buena actuación, pues Lourdes Jr. falló en 5 ocasiones con 3 ponches y su hermano Yulieski se marchó sin imparables en 4 oportunidades.
Randy Arozarena entró a jugar como corredor sustituto para las Rayas de Tampa Bay y consiguió robarse una base, demostrando la versatilidad que, de momento, le está garantizando un puesto en la nómina.