El activista por los derechos humanos Michael Valladares se fue a San Juan y Martínez, provincia Pinar del Río, a revelar la realidad de los cubanos en las zonas rurales y esto fue lo que vio: una madre con sus cinco hijos cuya vida transcurre en la más absoluta miseria.
Yaimara se llama esta mujer que, por no tener, ni colchón donde acostar a sus hijos tiene. Ya el activista lo había denunciado en redes sociales y algunos artistas, como el humorista Limay Blanco, se hicieron eco de la protesta. Pero, tras pedir ayuda para la familia, algunos sospecharon que era una trampa para sacarle dinero a los bienintencionados.
Resulta que no es así. Yaimara es real, sus hijos son de carne hueso y su miseria duele nada más de verla. De eso tratan los dos videos bien cortos que compartió Valladares en las redes: una prueba, en la cual se puede escuchar a la mujer agradeciendo la posible ayuda que pueda recibir.
En las imágenes se observa a los cinco niños: casi ni tienen ropa y algunos posan con las barrigas infladas, vaya uno a saber qué enfermedad tienen en las entrañas.
Toda la escena recuerda el arquetipo que tenemos en Occidente del continente africano, con sus casas destartaladas, sus niños de vientres hinchados por los parásitos, sus madres vestidas con ropas sucias y harapientas, de senos enormes, agrandados por amamantar a la prole abundante que tiene por hijos.
“Éstas personas viven en Cuba, sí, no es África ni Haití”, recordaba una publicación sobre el tema de la usuaria María Cristina Garrido. “No tiene ni medias ni zapatos, nada para la escuela, ni tan siquiera un colchón para dormir”.
El humorista cubano Limay Blanco pidió ayuda a sus seguidores en Instagram y Facebook para construir una casa para esta familia.
“Mi idea es esta: llegar a san Juan, buscar a alguien de planificación física y tratar de buscar un permiso para construir o una casa, que cuando venga el ciclón y la casa no se caiga, que tenga luz, piso. Lo que más me chocó fue el piso de tierra porque yo nací en piso de tierra. Sin ventilador, con mosquitos”, dijo en su momento el artista.
Otra publicación, de Jorge Luis Mascanosa, para hacer memoria, recordaba que, mientras Yaimara vive en la extrema pobreza, los hijos y nitos de la familia Castro se dan vida de ricos, con yates, champán y viajes a lugares paradisíacos.