El Servicio Internacional para los Derechos Humanos ha publicado un informe donde explica los requisitos que cumplen, o no, todos los países candidatos a ocupar un asiento durante el año 2021 en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas. El régimen cubano falla en muchos puntos esenciales, por lo que ha sido señalado por esta prestigiosa Organización no Gubernamental, que le hizo importantes “recomendaciones”.
El ISHR (por sus siglas en inglés), publicó un documento que registra cómo el gobierno de Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel falla en numerosos requisitos, que deberían se imprescindibles para merecer el CDH como tribuna.
Además de su evaluación, que incluyó a otros países candidatos de Latinoamérica (México y Bolivia), la ONG publicó las “medidas clave” que la dictadura debería “comprometerse a aplicar” si fuese elegido, lo que en la práctica es un reconocimiento de las carencias democráticas del castrismo.
El Servicio Internacional para los Derechos Humanos pidió “cesar la detención arbitraria y el hostigamiento de las personas defensoras de los derechos humanos y periodistas” en Cuba.
También “reconocer públicamente la labor de monitoreo de los derechos humanos como una actividad legítima e importante”, algo satanizado por la propaganda oficial de un gobierno que niega acceso a entidades internacionales, y persigue iniciativas dentro del país que procuran transparencia sobre este tema.
ISHR cree imprescindible “proporcionar un estatuto jurídico a los grupos que defienden los derechos humanos en Cuba, dejar de utilizar tácticas que los intimiden y permitir que las personas defensoras de los derechos humanos y la sociedad civil participen en las Naciones Unidas y sus mecanismos”.
Además, recomendó al régimen “elaborar y aplicar leyes, políticas y mecanismos específicos que reconozcan y protejan la labor de la sociedad civil, las personas defensoras de los derechos humanos y los periodistas”.
Sobre los presos políticos, la ONG exigió “liberar a las personas detenidas y encarceladas arbitrariamente por reunirse pacíficamente, investigar e informar sobre la actividad del gobierno o expresar su disidencia política, y permitirles viajar libremente tanto en el país como en el extranjero sin limitaciones”.
La entidad internacional pidió a la dictadura “cooperar plenamente con los mecanismos de derechos humanos y concederles acceso sin trabas a Cuba, incluso a los funcionarios del Gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y las personas defensoras de los derechos humanos, a las prisiones y los centros de detención”.
Eliminar restricciones de acceso a Internet y “controlar menos” los medios de comunicación; aumentar la participación de las organizaciones de la sociedad civil en acciones contra “la trata de personas” y asegurar su participación en la identificación de casos o personas vulnerables a ser víctimas de este delito, son otras de las medidas que según los expertos internacionales debería cumplir el gobierno cubano para merecer un asiento en el Consejo de Derechos Humanos.
