La que fue hasta hace poco una clínica regentada por personal médico cubano en Bolivia pasará a brindar servicios a médicos bolivianos que luchan contra la pandemia de la COVID-19, tras una "intervención" del Gobierno interino del país.
"La intervención del Ministerio de Gobierno ha permitido que (en) el Ministerio de Salud podamos contar con una clínica de alto nivel", aseguró este martes el ministro interino de Defensa, Luis Fernando López, que también asume provisionalmente la cabeza de la cartera de sanidad.
López, junto al ministro interino de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, y otros funcionarios, hicieron una inspección a los ambientes de un centro médico situado en el residencial barrio de Achumani, en el sur de La Paz.
La inspección mostró que la hasta hace poco llamada "clínica cubana" cuenta con espacios como laboratorios, camas para pacientes y ambientes para cirugías, además de equipos "de primer nivel".
López mencionó que la presidenta interina del país, Jeanine Áñez, quiere que ese centro de salud "esté funcionando en diez días como máximo".
Murillo anunció por su parte que "mañana mismo", por el miércoles, se designará a un administrador así como los ítems para los médicos.
Ambas autoridades interinas lanzaron críticas contra el expresidente boliviano Evo Morales al considerar que la clínica en cuestión supuestamente estaba a su servicio particular y al de un grupo de colaboradores suyos, principalmente de sus exministros.
"No van a encontrar (en la clínica) la foto de un solo indígena, de un solo boliviano. El mapa de Bolivia no existe aquí adentro. Solo es Cuba o Venezuela, banderas de Cuba, fotos del Che", recriminó López en declaraciones a los medios.
En noviembre pasado, en plena crisis postelectoral, el Ejecutivo interino boliviano presentó a Cuba una queja por la supuesta implicación de médicos cubanos en protestas sociales en Bolivia, tras lo que fueron retirados más de 700 trabajadores sanitarios que estaban en el país suramericano.
Desde entonces la "clínica cubana" quedó vacía, aunque las autoridades nacionales no han aclarado a nombre de quién estaban los papeles para su funcionamiento.
A juicio de Murillo, cuando el ambiente sea reabierto "tendrá una capacidad aproximadamente de unas cuarenta camas", de las que se cree la mayoría serán para cuidados intensivos.
Bolivia reporta 2.218 fallecidos y 60.991 casos confirmados del nuevo coronavirus, que fue identificado por primera vez en el país a principios de marzo pasado.