Fallece en La Habana Lourdes Suárez, destacada activista del movimiento de hip hop

La activista, locutora, promotora cultural y actriz cubana Lourdes Suárez de Armas, conocida como “La Cimarrona”, murió este lunes en La Habana
Lourdes Suárez, destacada activista del movimiento de hip hop. Foto tomada de Tremenda Nota
 

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La activista, locutora, promotora cultural y actriz cubana Lourdes Suárez de Armas, conocida como “La Cimarrona”, murió este lunes en La Habana víctima de las secuelas del cáncer, dijeron a ADN Cuba fuentes cercanas a la familia.

Durante casi 20 años fue una de las más reconocidas voces del activismo cubano y promovió causas como la inclusión de la mujer en el hip hop y en otros espacios representados mayoritariamente por hombres.

Suárez, quien residía en el reparto de Casablanca en la capital cubana se destacó por la perseverancia de su trabajo a favor de las minorías y fundó varios proyectos comunitarios junto a otros promotores culturales y grupos de rap.

La artista cubana también llevó a cabo una importante labor como conductora radial en la emisora Radio Metropolitana, donde mantuvo el programa La esquina del rap, que fue muy seguido por los amantes de este género hasta que decidió dejar el espacio por incomprensiones surgidas en la emisora.

En su larga carrera tuvo como premisa la creación de proyectos para defender a las mujeres y denunciar el maltrato o la discriminación a la que podrían ser sometidas en diferentes ámbitos sociales.

Actuó en varias peñas y en festivales alrededor de Cuba vinculados al rap, la trova o la poesía, en los que sobresalía por sus collares y sus entradas sin zapatos a los escenarios. Sus presentaciones en peñas o talleres, entre otros espacios públicos, se caracterizaban por la rebeldía y su marcado feminismo.

En una entrevista para la revista independiente Tremenda Nota en febrero del 2020 declaró: “Los talleres de educación popular y de género me enseñaron que lo que yo estaba haciendo era feminismo. Ahí me identifico y comienzo a defender a capa y espada el derecho de la mujer y su pensamiento, porque ya lo estaba haciendo empíricamente”.

 

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