Un matrimonio cubano que llevaba una semana durmiendo en el aeropuerto de Santiago de Chile, fue acogido por una familia local de la comuna (municipio) Cerrillos, de la capital chilena, que se conmovió al conocer su situación y les ofreció amparo en su casa.
“Nos podemos tapar la boca y la nariz, pero nunca nos tapemos los ojos para mirar a quienes tienen más necesidad. Acá da lo mismo la nacionalidad, son personas, entonces estamos ayudando a estas personas”, refirió en un reportaje trasmitido por T13, José Tomás Vicuña, director del Servicio Jesuita Migrante, quien ayudó en el traslado de la pareja a la casa de sus anfitriones.
Paulina Díaz, quien acogió a la joven pareja de viajeros cubanos, comentó que conoció del estado en que permanecían a través de los medios locales y decidió junto a su esposo, “hacer lo que consideraban humano y correcto. Así lo cree la familia”.
Se trata de “empatizar, principalmente con la gente que está pasándolo pésimo. Yo le decía a Víctor - refiriéndose a su esposo -: cómo, si tenemos al menos una pieza, cómo no podemos facilitar eso. Y por ahí surgió”, señaló en una entrevista.
La pareja de chilenos albergó a los cubanos varados en su país, en en una habitación de la casa que hasta ese momento estaba libre.
Yanira Ferrer agradeció el gesto que los “salvo” y admitió que en un escenario de crisis mundial “no todo el mundo mete a personas en su casa, por el problema del coronavirus”.
“Es como si Dios los hubiera mandado a recogernos”, subrayó.
Durante una semana Yanira Ferrer y su esposo permanecieron en la terminal aérea. “Estás ahí en malas noches, no comes bien, sin bañarte… es muy difícil”, comentó la joven a la televisión local.
“No tenemos dónde estar alquilados, ni para seguir, no teníamos ni para comer…”, detalló.
Ferrer hace casi dos años no está con su familia en Cuba. “Es volver a casa”, dijo.
Mientras esta pareja de cubanos se acomodaban en la habitación ofrecida por la familia chilena, otro matrimonio de cubanos que llevaban dos meses en el aeropuerto de Santiago regresaba a Cuba en un vuelo humanitario de Rusia, que haría escala en La Habana.
“Hoy mismo fue que se gestionó todo, porque no era seguro que pudiésemos abordar ese avión. El cónsul ruso tuvo que llamar a Moscú para verificar si podíamos abordar”, explicó Barbara Sierra.
“He llorado mucho. Hemos llorado de alegría, pero también por todo lo que nos ha pasado”, refirió.
Miles de cubanos quedaron varados en varios países en medio de la crisis ocasionada por la pandemia de coronavirus y el cierre de las fronteras cubanas desde el pasado 20 de marzo.
A través de varios vuelos humanitarios algunos han podido regresar a la isla, pero aún existen quienes no pueden cubrir los pasajes impuestos por las aerolíneas o quedan pendientes para segundas salidas desde los países donde se encuentran.
